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lunes, 17 de octubre de 2016

Recobremos nuestro decoro, nuestra dignidad, nuestro orgullo patrio


La gota que derramó el vaso haitiano
Por muchos años, el gobierno y pueblo dominicanos hemos recogido todas las gotas de calumnias, mentiras, falsas acusaciones, traiciones y denuncias infundadas vertidas por los haitianos en foros internacionales y las hemos ido depositando en el vaso de la prudencia.

Hemos tratado de contenerlas para evitar que se derramen y luego sea imposible recogerlas.

Creemos que la copa no soportó una gota más y se derramó con el desprecio de las élites de ese país a nuestra humanitaria ayuda de más de 500 camiones repletos de comida, equipos pesados, materiales de construcción, medicinas, agua potable, médicos, enfermeras, ingenieros, técnicos eléctricos, etc. para tratar de restablecer la normalidad, luego de los desastres causados por el huracán Mathew,

Un artículo del periódico haitiano Le Nouvelliste se hace eco de la opinión de los oligarcas haitianos en el sentido de que  los dominicanos nos estamos aprovechando de la catástrofe causada por el citado huracán para introducir en Haití los productos que las autoridades haitianas habían vedado. Esto, obviando con muy mala intención, que lo que el gobierno dominicano está enviando a Haití como ayuda es ¡completamente gratis!. Al gobierno haitiano no se le ha pedido un solo centavo, ni siquiera para que transporten esa ayuda dentro de su propio territorio.  Hasta eso ha sido provisto por el gobierno dominicano.

Añadieron que no son necesarios los médicos dominicanos ya que hay muchos médicos cubanos dispuestos a hacer el trabajo.  Además, que no había necesidad de equipos e ingenieros dominicanos cuando ellos tienen empresas privadas que pueden hacer la misma labor.

Ahora se destapan algunos congresistas haitianos dándole 24 horas a las autoridades dominicanas para que retiren de su suelo, porque están “mancillando la patria de Dessalines” a un puñado de militares dominicanos que entraron con el solo propósito de salvaguardar la ayuda ofrecida por nuestro gobierno, ya que hasta las Naciones Unidas han denunciado que bandas de delincuentes haitianos están asaltando los camiones que van con ayuda a ese país.

Se le olvida a esos congresistas que desde el 2004 más de 7000 soldados provenientes de Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Croacia, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Guatemala, Honduras, Italia, Jordania, Nepal, Pakistán, Paraguay, Perú, Sri Lanka y Uruguay han pisoteado el territorio haitiano y,  en vez de ayuda, como la de los dominicanos, lo que les han llevado  han sido enfermedades como el cólera, violaciones de niñas y todas clases de atropellos.  Sin embargo,  esas acciones no mancillan la tierra de Dessalines.

Pueblo dominicano, es hora de que recobremos nuestro decoro, nuestra dignidad, nuestro orgullo patrio.

Por mucho tiempo hemos tratado con nuestras acciones hacia los vecinos de demostrar al mundo que somos un país solidario y con muy buenos sentimientos; pero no lo han entendido de ese modo.  Nos ven como pusilánimes, como un país sin carácter, sin honor.

Demostrémosles que no es así.  Retomemos el fervor de nuestros trinitarios.

Defendamos nuestro país.  Se nos está yendo de las manos.

Por esto no fue por lo que luchó Juan Pablo Duarte, Sánchez, Mella, los Trinitarios y Luperón.

Honremos sus memorias.  No los defraudemos.

Carlos McCoy
Octubre/2016

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