La composición de la nueva Junta Central Electoral pone de manifiesto una vez más que los dominicanos colocados en la oposición no entienden que no se puede obtener en la mesa de negociaciones lo que no se ha conquistado en el campo de batalla o, en este caso, en las calles o donde quiera que sea que se define el equilibrio de fuerzas.
Ya meses atrás vivimos la misma experiencia cuando los partidos pequeños no pudieron ponerse de acuerdo y fueron incorrectamente culpados por no hacerlo cuando en realidad debieron ser culpados por haberlo intentado. Hablaron de una mesa de negociación, se reunieron en numerosas ocasiones, hablaron, dijeron, trataron pero nadie quiso aceptar que ninguna negociación podía resolver diferencias que solamente podían ser redimidas al exterior de cada uno cualquiera de esos pequeños partidos.
Ahora, con el tema de la JCE esos mismos partidos y muchos de sus dirigentes hablan, denuncian, adversan etc. No es que carezcan de razón en la protesta es que dicha protesta no puede prosperar frente al PLD porque ellos no van a ceder en una mesa lo que no les ha sido arrebatado en las calles. En otras palabras, sea o no el PLD quien estuviera en el gobierno, para alcanzar concesiones importantes en las negociaciones hay que derrotarlos claramente en las calles y equilibrar las fuerzas.
Por lo tanto y como inútil consejo afirmo: en lugar de invertir tanto tiempo y esfuerzo en quejarse esa oposición mejor invierte su tiempo en crecer en las calles, en ganar influencia, en montar una oposición efectiva y prometedora porque es por ese camino solamente como podrán mañana o pasado modificar la correlación de fuerzas.
Acento
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