Gobernador del Banco Central. El brujo de las estadísticas evidenciado por el Banco Mundial.
Cual si fuera una gran señora, de esas que se adornan hasta verse primorosas, ella parecería perfecta: con unas muy disimuladas arrugas, su traje es espectacular y, a lo lejos, es mucho más que admirada.
Viéndola de cerca, sin embargo, cambia la impresión: se descubre que, bajo las capas de rubor, la realidad cambia. Y es que, manipulada con celo y sabiduría por todos los sectores de poder, se encuentra atada y es incapaz de darnos las respuestas que necesitamos. La bonanza económica es, como el desarrollo y las políticas públicas, excluyente.
Así lo ha dicho muy claramente el informe que presentó el Banco Mundial y señala que desde el 2000 hasta la fecha, cuando hemos tenido un gobierno del PRD y tres del PLD (que inició el cuarto), solo el 7% de la gente subió a un grupo socioeconómico más alto, el 8% bajó a uno inferior y el 85% restante se quedó igual, cifras que no son muy alentadoras porque otros países con menor índice de crecimiento lograron reducir más la pobreza.
Uno de los puntos fundamentales para que esto sea así es el estancamiento de los salarios reales, que ha evitado que los estratos inferiores de la población salgan de la pobreza. A eso se suman, dice el informe, la creciente informalidad en el mercado laboral y un gasto público ineficiente e inefectivo.
Así las cosas, sin dejar a un lado que la economía es aún más excluyente con las mujeres puesto que sólo un 52% de las que tienen edad de trabajar logra hacerlo (frente a un 78% de los hombres), es mucho lo que se debe revisar para lograr que esa economía, bella y primorosa, arrope a todos los dominicanos.
Marien Aristy Capitán
Hoy
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