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jueves, 23 de marzo de 2017

Optimistas y pesimistas están en el mismo bando


El silencio del PLD
El ciudadano que cree que aquí no va a pasar nada es un pesimista. El político que piensa que aquí no va a pasar nada es un optimista.

En realidad... que no pasara nada es lo más grave que puede pasar, así que optimistas y pesimistas están en el mismo bando. No es un juego de palabras; es más o menos el punto donde se encuentra la sociedad dominicana ante el caso Odebrecht.

Odebrecht no mancha solo a un partido. Desnuda un sistema político, descubre ante el ciudadano todas las vergüenzas de una democracia defectuosa. Eso incluye la apatía o connivencia de los votantes. Con Odebrecht se sientan en el banquillo el poder ejecutivo, el legislativo y el judicial. La democracia de funditas y acuerdos político empresariales reventó. No da más de sí, mucho ha durado. Los empresarios/políticos que jugaban con ventaja, también. Todos los poderes bajo la lupa.

El PLD como partido -no como Gobierno- debería haber respondido ya de manera oficial a las revelaciones y/o declaraciones de Minou, Felucho, Euclides Sánchez... En este caso el silencio no parece prudencia sino desconcierto. ¿Sus bases no lo piden? La única vía de salida que tiene un partido cuestionado por corrupción es condenar a los corruptos. ¿Cuál otra? Si el Estado aceptó 192 millones como multa por los sobornos es que acepta que ocurrieron. El sobreprecio viene por añadidura.

La pregunta es si el PLD tiene la voluntad de regenerarse o no se ve con fuerzas para limpiar la casa. Porque puede superar la tormenta Odebrecht si está dispuesto a pagar el precio. Lo que no superará es una salida en falso.

Lo que está en juego no es Punta Catalina, ni siquiera el PLD. Está en juego todo el sistema.

Inés Aizpún
IAizpun[@]diariolibre.com
AM
Diario Libre
Arte: Wilson Morfe

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