Páginas

domingo, 4 de junio de 2017

Misóginos


Lea la historia el señor Foster, aquí.
Y la de Maricarmen Sánchez, aquí.

Rayma
El Universal


PLUS +
Misoginia en el cristianismo

- Eva monta a horcajadas sobre la Serpiente en un capitel en Laach Abbey church, siglo XIII.
Las diferencias en las tradiciones e interpretaciones de las escrituras han causado segmentación en las diferentes concepciones del cristianismo que difieren en sus creencias con respecto al trato hacia las mujeres.

En 'El problemático ayudante' Katharine M. Rogers dice que el cristianismo es misógino y enumera lo que afirma son ejemplos de misoginia en las Epístolas paulinas. Ella afirma:
Las bases de la misoginia cristiana —su culpa por el sexo, su insistencia en el sometimiento femenino, su temor a la seducción femenina— están todas en las epístolas de San Pablo.

En los Estudios de literatura feminista: Una Introducción, Ruthven hace referencia al libro de Rogers y argumenta que el "legado de la misoginia cristiana fue consolidado por los 'Padres' de la Iglesia, como Tertuliano, que pensaba que una mujer no sólo era 'la entrada del diablo' sino también 'un templo construido sobre una alcantarilla'"

Sin embargo, otros estudiosos han argumentado que el cristianismo no incluye principios misóginos, o al menos que una interpretación correcta del cristianismo no incluirían principios misóginos. 

David M. Scholer, erudito bíblico del Seminario Teológico de Fuller, establece que el verso Gálatas 3:28 ("No hay ni judío ni griego, no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús") es "la base teológica pauliana fundamental para la inclusión de las mujeres y los hombres en condiciones de igualdad y mutuo respeto en todos los ministerios de la Iglesia". 

En su libro ¿Equidad en Cristo? Gálatas 3.28 y la disputa de género, Richard Hove argumenta que —mientras Gálatas 3:28 dice que el sexo de uno no afecta la salvación— "sigue habiendo un patrón en el que la mujer debe emular la sumisión de la Iglesia a Cristo y al esposo es a emular el amor de Cristo por la Iglesia".


En 'Hombres cristianos que odian a las mujeres', la psicóloga clínica Margaret J. Rinck escribe que la cultura social cristiana a menudo permite a un misógino el "mal uso de la sumisión ideal bíblica". Sin embargo, argumenta que esta es una distorsión a la "sana relación de sumisión mutua" que en realidad se especifica en la doctrina cristiana, donde "el amor se basa en un profundo respeto mutuo como principio rector de todas las decisiones, acciones y planes". 

Igualmente, el erudito católico Christopher West argumenta que "la dominación masculina viola el plan de Dios y es el resultado del pecado".


Wikipedia

No hay comentarios:

Publicar un comentario