Entonces quiere decir que, lamentablemente, el diputado reformista Pedro Botello tenía razón cuando denunció que el gobierno estaba ofreciendo cien millones de pesos a los legisladores de la oposición para que aprueben la extensión del estado de emergencia otros 17 días, como efectivamente ocurrió, pero no conforme con eso también dijo que al menos 10 diputados se habían colocado en “pública subasta”, dispuestos a escuchar cualquier oferta tentadora para caer, más rápido que inmediatamente, en esa tentación. Por suerte las crónicas periodísticas así como los videos de la rueda de prensa que ofreció a principios de semana el legislador reformista están ahí para cualquiera que desee comprobar, como hizo este servidor, que Botello en ningún momento dijo que él se encontraba a la cabeza de esos diputados “en pública subasta”, ni que sería el principal negociador del acuerdo que permitió, con el apoyo de diputados del PRSC, la aprobación de la quinta extensión del estado de emergencia. Se trata de una dolorosa derrota, hay que decirlo, para la oposición, que se declaró dispuesta a no aprobarle “ni un día más” al Gobierno, que ha convertido la pandemia del covid-19 en un escenario propicio para que su Penco Candidato se despache a su gusto y continúe mejorando su posicionamiento en el electorado, como indican las encuestas. En cuanto a Botello solo resta decir que obtuvo una victoria pírrica, pues el proyecto que libera el 30% del fondo pensiones de los trabajadores que el oficialismo utilizó como sebo para que los reformistas aprobaran la extensión morirá de muerte natural cuando llegue al Senado. Pero no sé porqué tengo la impresión de que poco le importa que haya servido de tonto útil, pues si es verdad, como denunció, que el Gobierno estaba dispuesto a repartir 100 millones de pesos para conseguir su propósito su descarada exhibición de cinismo y doblez habrá sido muy bien recompensada.
Entonces quiere decir que, lamentablemente, el diputado reformista Pedro Botello tenía razón cuando denunció que el gobierno estaba ofreciendo cien millones de pesos a los legisladores de la oposición para que aprueben la extensión del estado de emergencia otros 17 días, como efectivamente ocurrió, pero no conforme con eso también dijo que al menos 10 diputados se habían colocado en “pública subasta”, dispuestos a escuchar cualquier oferta tentadora para caer, más rápido que inmediatamente, en esa tentación. Por suerte las crónicas periodísticas así como los videos de la rueda de prensa que ofreció a principios de semana el legislador reformista están ahí para cualquiera que desee comprobar, como hizo este servidor, que Botello en ningún momento dijo que él se encontraba a la cabeza de esos diputados “en pública subasta”, ni que sería el principal negociador del acuerdo que permitió, con el apoyo de diputados del PRSC, la aprobación de la quinta extensión del estado de emergencia. Se trata de una dolorosa derrota, hay que decirlo, para la oposición, que se declaró dispuesta a no aprobarle “ni un día más” al Gobierno, que ha convertido la pandemia del covid-19 en un escenario propicio para que su Penco Candidato se despache a su gusto y continúe mejorando su posicionamiento en el electorado, como indican las encuestas. En cuanto a Botello solo resta decir que obtuvo una victoria pírrica, pues el proyecto que libera el 30% del fondo pensiones de los trabajadores que el oficialismo utilizó como sebo para que los reformistas aprobaran la extensión morirá de muerte natural cuando llegue al Senado. Pero no sé porqué tengo la impresión de que poco le importa que haya servido de tonto útil, pues si es verdad, como denunció, que el Gobierno estaba dispuesto a repartir 100 millones de pesos para conseguir su propósito su descarada exhibición de cinismo y doblez habrá sido muy bien recompensada.
ResponderEliminarClaudio Acosta / Hoy