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sábado, 18 de agosto de 2012

La "triple C" impuso su poder



“Tanto nadar para quedar en la orilla”
Salvo honrosas excepciones, la característica del “nuevo” gabinete ministerial fue marcada por la denominada “OTAN” del PLD, que fusiona integrantes del Comité Político y del Comité Central. Llamada también la “triple C” (Corporación Comité Central), estos potentados alegan haber aportado la principal cuota en “el triunfo electoral morado”, motivo por el cual reivindican “autoridad en la designación de funcionarios”.

Si “para muestra basta un botón”, son más de seis, de cada diez, los nuevos ministros que también fueron del gobierno anterior.

Específicamente, el 63% de los nuevos ministros formó parte del gobierno de Leonel Fernández. De los 27 designados, solo 10 funcionarios son nuevos en la administración pública.

Permanecerán: Temístocles Montás en Economía, Planificación y Desarrollo; Francisco Javier García, en Turismo; Carlos Morales Troncoso, Relaciones Exteriores; Alejandrina Germán, en el Ministerio de la Mujer;  Ligia Amada Melo, Educación Superior; José Ramón Fadul, Interior y Policía, y Ramón Ventura Camejo, como ministro de Administración Pública, y Josefina Pimentel, en Educación. Continúan igualmente Simón Lizardo Mézquita, ex contralor general de la República, designado ministro de Hacienda.

Jaime David Fernández, ex ministro de Medio Ambiente, fue designado al frente del Ministerio de Deportes.

Bautista Rojas Gómez ex ministro de Salud Pública, ahora es el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Ex ministro de la Presidencia, César Pina Toribio, ahora es Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo.

Haivanjoe Ng Cortiñas, anterior superintendente de Bancos, fue designado Contralor General de la República.

Franklin Almeyda Rancier, ex de Interior y Policía, ahora ministro sin cartera.

Francisco Domínguez Brito, ex ministro de Trabajo, pasó a ser el Procurador General de la República.

El 63% del gabinete ministerial, sobrepasa el 70% con otros altos funcionarios,  altos jefes militares, diplomáticos, la mayoría legislativa, y los jueces de las altas conocidos por su lealtad incondicional a Leonel Fernández.

Dicen que la imagen que buscaba “vender” Medina con el discurso, la dañó con los nombramientos.

Peor: esa proporción mayoritaria de altos funcionarios revela la intocable fuerza de la OTAN del PLD y su obvia impunidad.

Un gobierno con ministros de huellas negativas o polémicas difícilmente pueda cumplir promesas de costosa ejecución, mientras las deudas estatales sigan imparables. Ofrecieron tanto “lo que nunca se hizo”, que pudieran terminar escuchando: “Tanto nadar para quedar en la orilla”.


Raúl Pérez Peña (Bacho)
PANCARTA
Listín Diario

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