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lunes, 10 de septiembre de 2012

Solo es un cambio de traje, el contenido es igual



Mordiéndonos la cola
Si me preguntaran cuál diferencia hubo entre las administraciones de la CDEEE de Radhamés  Segura y de Celso Marranzini, contestaría de la siguiente manera:

Radhamés Segura era más capacitado en cuestiones de de electricidad, sabía lo que traía entre manos.  Actuó como toda la alta jerarquía de PLD y salió aparentemente con mucho dinero.  Quería ser presidente y eso últimamente se compra, no se gana ni es por méritos, necesitaba tener mucho dinero.  “Temo” Montás lo boicoteaba y las asociaciones empresariales lo atacaban mucho y con razón, lo que resultaba a la postre en ataques al Gobierno y a Leonel Fernández, quien ya estaba molesto, por ellos, no por el mal servicio ni las “indelicadezas”.

Celso Marranzini fue un fiasco.  No sabía de electricidad aunque había sido presidente del Consejo de la CDE y había aprendido al menos a distribuir energía; se suponía que sería buen administrador pues lo era en sus negocios personales y familiares, y eso era lo que precisamente se necesitaba: que fuera bueno y con timbales.  Era parte del “stablishment” empresarial, por tanto las cúpulas empresariales inmediatamente callaron, era uno de ellos.  Ahora tenían el sartén por el mango, aunque lo negaban.  Solo la de Herrera y alguna otra siguieron siendo combativas.  Al salir deja un panorama triste y lleno de pesadumbre.  Al borde del colapso económico y energético.  Sin planes de desarrollo, ni proyectos en marcha.  Subsidio estratosférico de US$1,800 millones.  Deudas como nunca y posible privilegios y estafa que no vio, que ahora FONPER demanda en justicia, aunque el nuevo encargado quiera revertirla, pues parte de la supuesta estafa sucedió en su anterior feliz mandato.

Claro hasta a los peores criminales se les permite la defensa y hablar verdades, mentiras y medias verdades, así Celso Marranzini se defiende y sus cifras no coinciden, y los empresarios eléctricos demandados y sus garantes sacan de la cueva de los horrores donde guardan sus “cucos” al manido y más eficiente de ellos: el de la “inversión extranjera”.  Es el que más asusta, da ajilibio y pone a temblar al gobierno.  Esto es, si en el país no hay permisividad e impunidad total como de costumbre para seguir actuando como chivo sin ley, hacer las cosas como nos de la gana, contra el Estado y el pueblo, este país no es digno de inversión extranjera y será denunciado internacionalmente.  Hasta ahora luce que no les interesa probar que la acusación es falsa y que ellos son “empresarios”, dignos y serios, que no se benefician ilegalmente y menos de las penurias de un país olvidado de Dios.

Yo les entiendo, ellos tienen que defenderse como gato boca arriba de sus enjuagues, defender esa inversión bucanera, abusadora, ladrona, indolente, y no sigo para que nadie me confunda con el Señor Cardenal y sus posiciones, de esa inversión apoyada y defendida por embajadas que no se adecuan a los tiempos, que piensan que aún vivimos en la época del “big stick”, copia fiel de la quijada de burro con que Caín mató a Abel y apoyados incondicionalmente por esos organismos internacionales como el Banco Mundial, el BID y el FMI, que a pesar este de ser un organismo de las Naciones Unidas, se comporta como otro golpeador inmisericorde para someter a países pequeños, sin importarles las pérdidas y sufrimientos en el camino al objetivo que buscan.

Dicen que Celso Marranzini sacó muchas ventajas del puesto, lo cual aún está por verse, pero suponiendo que no sacara ninguna, cual sería mi deseo, su administración dejó a la CDEEE y las distribuidoras en mucha peor condición de la que las encontró, con necesidades crecidas que son dinámicas.  No instaló ni contrató nuevos ni importantes equipos, no redujo el déficit, todo lo contrario, y apenas un poco las pérdidas técnicas y poco aumento del CRI, tampoco la empleomanía supernumeraria que tanto criticó mientras no estaba montado en el caballo, a no ser algunos comunicadores y asesores supernumerarios, entre los que se fueron pocos muy buenos.  Prefirió administradores extranjeros a criollos.  Le fallaron al menos los timbales y prefirió ser achichincle a renunciar dignamente.

Es penoso que teniendo en sus manos uno de los factores de desarrollo más importante y más mal manejado del país dejara todo peor, como prueban los índices estadísticos que ellos mismos publican.  Eso sí, nunca más las cúpulas empresariales se quejaron del mal servicio, pues sus problemas se fueron resolviendo y allá el pueblo que arreé con los apagones y los incrementos, que siguieron siendo culpa del socorrido y gastado Acuerdo de Madrid, con la novedad del apoyo de uno de sus firmantes, y del incremento del precio del petróleo.

El Perínclito disfrutó de tres años de luna de miel, de paz con el empresariado, y al irse a seguir mandando desde Funglode, pues él “se fue pero no se fue”, le dejó al nuevo “presidente” como él denunció, en el maletín de facturas, las de ese servicio deficitario por US$1,000 millones ya vencidas y no pagadas, y entre muchas otras, las de la compra de una presidencia a él, que cree haberse sacado la lotería.  El pueblo también jugó billetes pero eran falsos y no ganó ni reintegro.

Quizás en el futuro veamos a algunos pagar por platos rotos.  Ahora luce que todo sigue siendo lo mismo.   “Solo es un cambio de traje / el contenido es igual / ya no es ámbar la botella / pero el ron siempre es Brugal. (Así publicitó Brugal cuando Trujillo le hizo cambiar el color de su botella al crear la Industria de Vidrio en San Cristobal de su propiedad)

Hoy nos toca a todos nosotros nuevamente seguir mordiéndonos la cola.

Luis H. Arthur S.
Sin temor...ni favor
Monterrey, México
luis@arthur.net  
www.luis.arthur.net
7dias.com.do
http://7dias.com.do/app/article.aspx?id=125574
Imagen: Mi cajón de imágnes


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