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viernes, 17 de mayo de 2013

El látigo que Danilo Medina dijo tener para castigar a los corruptos, aún nadie lo siente



El pasquín
Detrás de cada pasquín hay un irresponsable, por demás cobarde, que mezcla verdades con mentiras, a veces medias verdades con mentiras enteras, contra un gobierno o contra una o más personas con el objetivo de hacer daño, defendiendo intereses particulares o grupales.

Por los medios de comunicación y pasillos de oficinas públicas circula un pasquín de 23 páginas que habla de altos niveles de corrupción en el gobierno. Los involucrados son figuras de suma confianza del presidente. El caso, por ejemplo, de una secretaria con más de 15 años al lado del mandatario que, para no cancelarla, recibió una licencia indefinida.

El gobierno, a través de sus organismos de seguridad, sabe quién escribió el pasquín. Y sabe qué sector representa dentro del oficialismo. La acción no es casual. Digamos que es un pleito entre pájaros del mismo nido. Pero más allá de las verdades o mentiras del pasquín, lo cierto es que el gobierno de Danilo no parece interesado en combatir la corrupción, que el “borrón y cuenta nueva” es un hecho, por aquello de no “mirar hacia atrás”, ni lanzarle “ladrillos al pasado”.

En su discurso de toma de posesión Danilo prometió ser drástico contra los deshonestos que traicionan la confianza de la ciudadanía; pidió ser juzgado por sus hechos, no por sus palabras. Puede que el pasquín esté lleno de mentiras y falsedades, pero algo de verdad tiene. Y Danilo tiene que saberlo.

Hasta el momento no hay un solo sometimiento serio a la justicia de ningún funcionario de relevancia del gobierno pasado que presidió Leonel Fernández, ni del actual. Y eso son los hechos. Esa es la verdad. Es innegable que la gestión pasada del PLD fue la más corrupta de toda la historia del país; que ningún otro recibió más dinero; que ningún otro endeudó más el país, pero al mismo tiempo ningún otro robó más. Y sin embargo, no hay uno, preso.

El contrato de la Barrick Gold, más el préstamo de 130 millones de dólares de la Sun Land, debieron provocar un escándalo. Sin embargo, no ha pasado, ni parece que pasará nada. Un manto de impunidad lo cubre todo desde una buena parte de los medios de comunicación y hasta de la iglesia cuyo cardenal habla todos los días menos de esos temas. Durante la era de Leonel se denunciaron más de 200 casos de corrupción. Ninguna fue debidamente investigada. ¡Ninguna! ¡Por eso no hay un solo preso por corrupción!

El látigo que Danilo dijo tener para castigar a los corruptos, aún nadie lo siente. Nadie ha recibido un solo latigazo. Ojalá no sea de seda fina.

Danilo dijo que, al igual que la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, cancelaria funcionarios, incluyendo ministros, solo por el rumor público. La presidenta de Brasil ha metido preso a decenas de dirigentes importantes de su partido que fueron funcionarios del presidente Lula, su amigo y compañero. (Más de 250 años de cárcel recibirán los corruptos de Brasil del partido oficial) En República Dominicana no hay presos, ni detenidos del PLD a pesar de las pruebas. (¿?)

El presidente Medina debe dar ejemplos, enviar mensajes claros, con hechos, de su lucha contra la corrupción, pues de lo contrario el gobierno se le irá de las manos. La corrupción no se ha detenido durante estos meses de gestión. Ha seguido su curso con nuevos personajes. El Ministerio Público luce temeroso. No parece dispuesto a enfrentar la “mega corrupción” del pasado, ni la del presente. La política se lo impide.

Juan Taveras Hernández
Juan TH
@juantaverash

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