Le lanzamos un reto a cualquiera
Escoja el supermercado que desee, el que le quede más cerca.
Tome un paquete de azúcar, de cualquier marca o tipo, observe el peso que tiene impreso en la etiqueta, no el precio, el peso.
Diríjase a una báscula de pesar, póngale la azúcar encima sin darle tiempo al empleado de que le impida usarlo, cuando note que el faltante es como mínimo una cuarta de libra; entonces sabrá de dónde salen tantos millones de pesos para esos "honrados y sacrificados comerciantes"
Nota: La Dirección General de Normas, por ley, exige a los supermercados que tengan a disposición del público una pesa para comprobar que usted está pagando lo que vale el producto que compra. Las autoridades se hacen de la vista gorda en detrimento de los consumidores al no hacer cumplir esta regulación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario