El “camino malo”, ¿Mejía o el PLD?
La tinta no seca sobre más de 1,207.64 millones de dólares tomados prestados por el gobierno este año y ya el presidente Fernández convoca al PLD a las calles para detener “el camino malo”. Clama mientras la simpatía por su gobierno se despeña colina abajo ante el avance de conciencias embravecidas.
Arenga como si se ignorara que sin quiebras bancarias, atentado a las Torres Gemelas, la Guerra de Irak y con el colchón de PETROCARIBE ayudándolo a mitigar el alza de los precios del petróleo, su gobierno incrementó casi tres veces el monto de la deuda pública dejada por el PRD en el 2004.
Aquella fue respuesta oficial y de Estado al imperativo trágico que impusieron los momentos aciagos del 2001 y del 2003. A ella también contribuyeron su “faltante” del 2000 y la caída estrepitosa de la producción nacional en que entregó la economía entonces. Bajo la apariencia exitosa su PIB del 2000, de 5.7, estaba desacelerado en 15.75% respecto a 1999 y contenía el derrumbe que el sector construcción sufrió en sus manos cayendo en 131.4% al descender del 12.9% del PIB en el ‘99 a menos 4% en el 2000. Pocos recuerdan que del 2000 al 2001 el ex presidente Mejía logró recuperarlo, elevándolo a 14% del PIB, más de cinco veces. Además de eso: el PLD y Fernández lanzaron a la fosa la mayoría de los sectores que construyen el progreso interno real: las manufacturas decrecieron 56.6%, el comercio, restaurantes y hoteles, 38%; el transporte y las comunicaciones, 33.37% y el sector financiero 60.8%. Ese fue el desastre que en el 2000 el Titán del “progreso” entregó a Mejía.
Igual ocurría con el consumo privado (perdió 25.3% ese año) y el gubernamental se mantuvo trastabillando en 3.7% del PIB. Para hacerlo, Fernández y el PLD “les marcharon” al ahorro nacional, reduciéndolo en 1.5% del PIB (del 20.4% al 18.9%); se desentendieron de la balanza de la cuenta corriente: su resultado negativo creció 2.4 veces (139.1%) de 1999 al 2000. Uno de sus componentes, la Inversión Extranjera Directa (IED), tropezó, resbaló y descendió 28.8% al pasar de US$1,338 MM a US$953 millones. En adición, ese gobierno encareció exorbitantemente el costo de la vida: la tasa de varianza del IPC pasó de 5.1 a 9 (76.8%) del 1999 al 2000.
Por el otro lado, una ojeada superficial a las estadísticas nacionales revelaría el crecimiento más que conservador de la deuda pública dominicana del 2000 al 2001: 3.03% del PIB. Y sólo mezquinos, fanáticos o encarnizados enemigos del PRD y de Hipólito Mejía negarían que el empaquetado de la crisis mundial derivada del atentado a las Torres Gemelas, el inicio de la Guerra de Irak, la escalada alcista de los precios internacionales del petróleo y las quiebras bancarias fraudulentas provocó aquel terrible shock en nuestra economía que obligó al crecimiento de la deuda pública en 22.27% del PIB del 2001 al 2002.
Solo gente así negará que fue una Odisea de ese gobierno lograr que al final de esos cuatro años turbulentos, dramáticos y terribles, respecto de la dejada por Fernández en el 2000, la deuda externa creciera 24.22%, un nivel 13% inferior al 37.5% del PIB en el que, según el BC, el PLD y Fernández la han elevado. Deberán constituirse en demonios ensordecidos para negar que en el período diciembre 2000-2004, respecto al PIB, la deuda pública creció a una tasa anual (promedio) de 20.92%, y entre diciembre 2004-2009 a un ritmo de 28.25% anual. Y en francos charlatanes para negar que la deuda externa al final del 2004 era el 21.8% del PIB, 33.45% inferior a la de hoy (37.5 del PIB, según el BANCENTRAL). Significa que respecto a la del 2003 (36.1%) Mejía la contrajo en 39.5% de su tamaño, un récord en las reducciones anuales de deudas externas que ni en sueños ha logrado el Ejecutivo del gobierno en sus hasta hoy diez años al frente de la administración del Estado.
En países como Argentina, donde a la crisis financiera quizá se dio el “buen manejo” reclamado por el PLD y su gobierno, en igual período la deuda creció, en términos de PIB, 280.57%, es decir, 244.35% más que la dominicana, y a una tasa anual de 101.82%, esto es 73.58% por encima de la dominicana.
Del 2000 al 2003, Venezuela, país petrolero, la incrementó en 51.81%, 15.6% más que la dominicana; Uruguay 2000-2004, 147%: 110.78% más que la nuestra… Es natural que el PLD y Fernández deseen cazar ingenuos bajo el supuesto de contener el “camino malo”. Con su bulla esperan ocultar que a pesar de la crisis 2001-2003 Mejía dejó a Fernández una balanza global positiva en US$179 MM, cuando en el 2,000 la recibió, del PLD, negativa en US$48 MM.
Que de 2000 a 2004 el Índice de Producción Manufacturera creció 6%. La capacidad del PLD para quebrar el país y las empresas estaba demostrada desde 1996-2000, pero la crisis 2003-2004 hizo que el pueblo lo olvidara. Recordemos varios hechos: de 1996 al 2000 duplicaron el déficit de los activos de reservas, llevándolos de -US$542 MM a -US$1,009 MM; entregaron al PRD una balanza de la cuenta corriente deficitaria en US$1,026 MM, y sin embargo, la recibieron positiva de Hipólito Mejía en US$1,041MM (más de un 200%). Pero en el 2007 ya Fernández la había vuelto a poner negativa en US$2,231 millones, depreciándola en alrededor 307%. Igual con la balanza de bienes y servicios: no solo triplicó el déficit recibido de Balaguer (-US$656 en 1996 a -US$1,888 en el 2000), la recibió positiva en 339 en el 2004 e inmediatamente la regresó a números negativos en US$1267.9 en el 2005 para continuar sepultándola hasta -US$3,612.3 (>300%) en el 2007.
Estos resultados argumentan que el PLD y Fernández desgobiernan para extinguir la producción local, los negocios privados y el desarrollo autóctono.
De abanderados de la liberación nacional mutaron a diablillos. Su ceremonial es un aquelarre donde se cuecen los caldos de la dependencia, el clientelismo político, la burocracia, la corruptela y el parasitismo. Tanto que de recibir, en 1996 y de manos de Balaguer, la producción de azúcares, ron, cerveza, cigarrillos, café, harina y cemento en US$619.057 MM, la entregaron al PRD en el 2000, siendo 29% inferior (US$437.87 MM). A pesar de la crisis, Hipólito Mejía en el 2004 se la devolvió en US$547.47 MM, 25% por encima.
Para el 2007 la habían vuelto a deprimir en 14% y en el 2008 la bajaron en 11% (US$547.471 MM).
Solo neo Guacanagarix necesitaban las carabelas del FMI advirtiendo que en manos del PLD y de Fernández el país agotó su capacidad de endeudamiento.
O para apreciar que en el 2001 la deuda era el 19.7% del PIB, nivel que desde el 2004 no ha logrado el PLD.
De manera que sí, asistamos a la convocatoria del Mandatario y cerremos el paso al camino malo que representan el PLD y Fernández: un binomio de muerte, una vía agónica y lacerante para el desarrollo y la calidad de vida de los dominicanos.
Ignacio Nova
http://listin.com.do/puntos-de-vista/2010/11/3/165124/El-camino-malo-Mejia-o-el-PLD
Foto: http://vulcano.wordpress.com/2010/09/