SANTO DOMINGO.- Como si fuera poco el ruido de los bebedores callejeros de la Sarasota con Churchill y el chirrido de las gomas de los jevitos al volante, los vecinos de Bella Vista tienen ahora que lidiar con trasvestis y prostitutas que hacen sus actividades en plena vía sin el menor reparo.
Los insultos, las malas palabras, los botellazos y las discusiones con clientes “malapagas” se producen a veces toda la noche y hasta balaceras en la madrugada.
“No sabemos qué hacer, ni adónde ir, porque la Policía se las lleva y al momento regresan cuando les quitan el dinero”, dijo Ana María Pérez, de la Junta de Vecino del Condominio Sarasota.
En este residencial, ubicado en la Sarasota esquina Pedro A. Bobea, viven 46 familias, y ninguna de ellas puede dormir en paz desde que el grupo de meretrices merodea por el sector.
Narran que algunas veces se montan en los carros y allí hacen su trabajo, no importa si tienen vidrios claros o tintados, y en ocasiones pasan a los jardines y terrazas de las viviendas vecinas, donde dejan preservativos y otros objetos que los residentes encuentran por la mañana.
“Usted cree que esto sea posible en una zona residencial, donde la gente ha gastado media vida de sacrificios para tener una casa decente”, dijo Dania Candelario, presidenta de la Junta de Vecinos del condominio.
Algunos vecinos, que no quisieron publicar su nombre, calificaron la situación de “inexplicable”. No entienden que las autoridades hablen tanto de seguridad ciudadana y barrios seguros, cuando ni siquiera en un sector de clase media y alta, residido sobre todo por profesionales o comerciantes, se pueda vivir en paz.
“Usted cree que eso es posible, que uno no tenga ninguna protección, ni seguridad, ni las autoridades garanticen la paz y la decencia en nuestro vecindario?, dijo María Brea, de Inmobiliaria Palencia.
Mercedes Cáceres dijo que las autoridades no pueden permitir que personas que nadie sabe quiénes son, ni de dónde vienen, se reúnan en un sector residencial para practicar prostitución y homosexualidad en las vías públicas.
“Y lo peor de todo son los escándalos, los pleitos y las palabras feas que tienen que escuchar nuestros hijos en la madrugada”, protestó.
Para muchos la situación es insoportable. Brea insistió en que ya no saben adonde acudir porque sospechan que los policías cobran para dejarlas estar allí.
Los vecinos pidieron al Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana que intervenga para que se corrija la situación, porque temen que con el tiempo haya tantas prostitutas en esa zona como en otras donde ya es más difícil de controlar.
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HAN AUMENTADO EN LOS ÚLTIMOS MESES
Usted las puede ver a las 9:00 de la noche y hasta más temprano, pero en realidad la mayoría de las trabajadoras sexuales, que ahora se mueven en las inmediaciones de los hoteles BQ y El Embajador, de la avenida Sarasota, aparecen a las 10:00 en punto.
Antes se veía a alguna caminar de un lado a otro, cruzar la avenida o quieta en la acera, pero nadie recuerda que hubiera tantas como ahora.
Ramón Urbáez
Listín Diario.com.do
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