Como católica, me niego a que la CDEEE regale dinero al Arzobispado. Como periodista, me indigna que la CDEEE utilice mis pagos para sostener la lealtad de periodistas adeptos al régimen.
Como ciudadana, me escandaliza que la CDEEE subvencione a Funglode, y premie a los legisladores amigos del PLD con extra bonos.
Como contribuyente, me opongo a que mis impuestos vayan, vía la CDEEE, a pagar sobresueldos a funcionarios que cobran en otras instituciones, a parientes del Presidente de la República y a asegurar el pleno empleo de la familia Segura.
Como empleada, me descompone ver que cada quincena se me descuenta dinero que luego será trasvasado hacia "obras de caridad" por funcionarios "sensibles".
Que sean buenos con su dinero, no con el mío. Algo tendrá que hacer Leonel esta vez. Algo que no sea nombrar una comisión, convocar un seminario del estilo de "Crisis energética: ¿hace falta otro seminario?" o para meditar sobre la necesidad de disciplinar la administración pública.
Faltan tres años de gobierno, mucho tiempo. Ya sabemos que al Presidente no le gusta cambiar a sus funcionarios y que cree que las indelicadezas de los demás no le afectan.
Pues con todo el respeto... eso ya no es tan exacto. No hay oposición, una parte es signataria de un pacto que la inmoviliza y la otra es socio privilegiado del presupuesto nacional.
Después del reportaje de Nuria, la idea de Andrés L. Mateo adquiere toda su dimensión: este país está secuestrado.
Inés Aizpún
AM. Diario Libre
No hay comentarios:
Publicar un comentario