En la República Dominicana sucede algo similar, no en el caso de una dictadura, ni el hijo del dictador; pero sí en un norteamericano de origen árabe y nacionalizado dominicano llamado Karim-Abu Naba’a Nicolás, que hace en este país lo que le plazca y es aplaudido en las más altas esferas del poder.
Verlo en fotografías con el ex presidente de la República, Rafael Hipólito Mejía Domínguez, con el presidente del Senado, Reinado Pared Pérez, y con el propio mandatario Leonel Fernández, es algo normal. Muchos le apodan “el príncipe Karim”.
El apodo del “Baby Doc” le cae bien, porque es el único que ha utilizado la pista de la Base Aérea de San Isidro para volar sus juguetes, unos aviones a control remoto con un diámetro hasta de diez metros de largo, y ha usado el terreno para correr sus ferraris; como lo hacía Duvalier en Haití.
Recientemente, según dijo una fuente cercana al Palacio Nacional, a este “empresario” le fue advertido que no podía utilizar las pistas del aeropuerto de San Isidro para “calentar” o “jugar” con sus aviones y carros; porque esto ponía en peligro la aviación de la República Dominicana.
“Suponga usted que en el Aeropuerto de Las Américas suceda algo de imprevisto, un para aterrizar o cualquier otra cosa, ¿dónde se van a tirar los aviones, que no sea es San Isidro?, en ningún otro lago; porque aquí hay una pista de emergencia para esos casos”, dijo la fuente.
Según supo este medio, del mismo Palacio Nacional, no el presidente Leonel Fernández, pero sí una persona de su entorno, envió una comunicación a la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), donde se le ordenaba que dejara a este joven tranquilo y que siguiera jugando con sus aparatos en las pistas, tanto de emergencia, como las demás de San Isidro; la única base aérea militar del país.
“Los hijos de Trujillo (dictador que gobernó la República Dominicana entre el 1930-1961) nunca osaron en utilizar estas pistas para nada; y eso que tenían lujos, pero San Isidro, siempre fue algo sagrado para el gobernante”, aseguró la fuente.
Este joven empresario ha logrado colarse en el poder, es novio de la hija del presidente de la República, doctor Leonel Fernández, y, según algunas personas, uno de los más asiduos colaboradores en el proyecto presidencial del ex mandatario Hipólito Mejía.
Karim Abu-Naba’a, reconocido por casi toda la República Dominicana por sus acciones violentas contra el jurista Gustavo Mejía-Ricart, a quien, supuestamente, amenazó con asesinarlo y disparó en varias ocasiones.
El joven, hijo del empresario petrolero Mustafá Abu-Naba’a, además de ser acusado de intento de asesinato, se le adjudica la posesión de un arsenal de armas de fuego, que, supuestamente, habría penetrado al país por el Salón de Embajadores del Aeropuerto Internacional de Las Américas.
Karim Abu Naba’a, a quien DominicanosHoy.com le ganó un caso sobre difamación e injuria, según otra fuente, fue obligado a entregar sus armas a las Fuerzas Armadas, ha sido acusado de violar varios artículos del Código Procesal Penal; además, de la Ley de Porte y Tenencia de Armas de Fuego.
Karim es acusado de intento de asesinato y de violar los artículos 2, 265, 266, 295, 308 y 309 del Código Penal y los 2, 24 y 39, párrafo IV de la Ley 36 sobre Porte y Tenencia de Armas de Fuego.
“Lo que se alerta es sobre el peligro que representa que particulares, sin importar cómo se llame, utilicen las pistas de la Base Aérea de San Isidro, sin importarle el peligro que esto representa y sin tener en mente que pone en riesgo la aviación de la República Dominicana”, dijo el informante.
Agregó que “la reprimenda en contra de la Fuerza Aérea Dominicana es una falta de respeto, por parte del funcionario que fuere, cuente o no con la anuencia del presidente de la República, doctor Leonel Fernández Reyna”.
Se sabe que Abu-Naba’a organiza eventos esporádicos en San Isidro con el permiso de las autoridades; pero en algunos casos, según supo DominicanosHoy.com, el joven se aparece en el aeropuerto sin informar a nadie lo que hará allí: correr sus vehículos y volar sus aviones.
Este medio se enteró que Karim, convertido, además, en empresario artístico, trajo al país a un reguetonero puertorriqueño; lo llevó a la casa de un connotado político dominicano y, luego, le dio un paseo por la Base Aérea, donde corrió y voló “sus juguetes”.
Redacción Dominicanos Hoy
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