Foto de archivo, Felucho Jiménez y el entonces presidente Leonel Fernández en la inauguración de un negocio particular del primero.
Hoy sí que amanecí preocupada, el presidente de la Refinería Dominicana de Petróleo, Félix (Felucho) Jiménez, anuncia al país que la empresa que preside de capital dominico-venezolano construirá una de las dos plantas de generación eléctrica anunciadas por el presidente Danilo Medina.
Mi preocupación debe ser la de la mayoría de los ciudadanos que les importa este país, las razones me sobran para tener terror ante este hecho:
1) La Refinería Dominicana de Petróleo no es una constructora ni está para estos fines.
2) La Refinería Dominicana de Petróleo es de capital mixto, Venezuela es co-dueña de esta institución.
3) El financiamiento se hará por medio de bonos con la banca privada, más deudas y más beneficio para un reducido sector del país.
4) Tengo serias dudas, bien fundadas, sobre la transparencia en el manejo de los recursos públicos del Presidente de la Refinería Dominicana de Petróleos. Sus antecedentes están ahí.
Estoy convencida que la corrupción que inició la cleptocracia gobernante en 2004 continuará sin ningún cambio en esta administración. Vemos los mismos funcionarios de siempre, miramos cómo se están inventado obras faraónicas, costosas. Observamos la misma tendencia a crear nuevos impuestos y a tomar préstamos alegremente para cualquier pendejada. Una cosa es hablar y otra actuar, no veo nada prometedor en poner en manos del miembro del comité político del PLD y exministro de Turismo la astronómica suma de US$110 millones, con préstamo en bonos, en una institución que no fue creada para estas tareas.
Jeannelle Koss / Desde La República Dominiana
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