Gobierno debería investigar acusación a Vincho Castillo de falsear Declaración Jurada de Bienes

    Marino Vinicio Castillo (a) Vincho.

En aras de la transparencia

Participación Ciudadana ha pedido al presidente de la República que investigue a fondo la denuncia de que el doctor Marino Vinicio Castillo, el funcionario responsable de velar por el cumplimiento de la ley que obliga a todo cargo público a declarar sus bienes ha falseado la suya. La denuncia es grave y el pedido de la organización de la sociedad civil puede ayudar al gobierno a librarse del empantanamiento en que lo ha asumido su silencio sobre el caso.

Ni el país ni el gobierno, y menos el afectado, saldrían airosos si esto no se ventila con la claridad que el compromiso con la transparencia y la prometida lucha contra la corrupción exigen a la administración a un mes de cumplir su primer año. Con el archivo definitivo de la querella por lavado contra el ex presidente Fernández y su fundación es suficiente. Mantener esto en el limbo no ayuda a la causa presidencial, por cuanto pone en entredicho cuanto ha dicho y se espera de ella.

El reclamo no debe verse como una crítica al presidente ni un intento de arrinconarlo. Todo lo contrario. Lo que persigue es ayudarle a mantener a salvo el instrumento sobre el que se erige la posibilidad de un cambio ético en el desempeño de las funciones públicas. Es precisamente ese cambio lo que le permitiría marcar la diferencia que tímidamente se busca con muchas de sus medidas.

En su aparente sencillez, como ocurre a menudo, las reputaciones de las partes dependen de que esto se aclare. Dejar pasar la oportunidad no le servirá ni al afectado por la denuncia como tampoco al gobierno. Participación Ciudadana ha tomado una iniciativa que debió surgir de las entrañas del oficialismo, donde toda crítica es vista como un acto irracional de oposición, por lo que constituyeuna sabia y sana recomendación. Desestimarla pulverizaría de antemano todo esfuerzo por reivindicar la prometida independencia de acción  en el ámbito oficial que la sociedad anhela.

Miguel Guerrero / La Columna de Miguel Guerrero