Provocas, azuzas el caos en el PRD, y luego te sientas a contemplarlo desde el otro lado. Resultado de una ecuación que te ha salido a pedir de boca. ¡Qué lindo, eh! Te pintas así, como “educadito y disciplinado”, mientras los perredeístas se ven precisados a ser los ‘rebuseros’, los malos de la película. ¡Qué farsa! El Tribunal Superior Electoral [TSE], hecho a tu imagen y semejanza, procede obedeciendo tus dictados. Les echas arena en los ojos a dos hombres enfrentados, para entonces culparlos del espectacular desorden que armas. Sin estas bellaquerías, el PRD hubiese celebrado su convención como Dios manda.
Tomas parte en la trama “favoreciendo” a uno y atropellando al otro, con lo cual contribuyes a la división del PRD. Te frotas las manos por la momentánea victoria lograda. A esta sigue la gran batalla a lo interno del PLD, donde están convencidos de que su aparente unidad puede durar lo mismo que una cucaracha en un gallinero. La fórmula aplicada al PRD tendría peores e irremediables consecuencias para el mayor legado político de Bosch.
Si, en el caso del partido blanco, esta y otras jugadas procuran reducirlo, en el PLD dar pasos similares significaría enfrentar al poder, con todas sus consecuencias. No es lo mismo tratar de descalificar a un ex mandatario que hacerlo con uno en pleno ejercicio. Hasta los tribunales supremos, por supremos que sean, tienen sus límites. Puerco no se rasca en javilla. Pero esperemos el momento en que se enfrenten las fuerzas vigentes en el PLD.
Si Danilo Medina tuvo el coraje y supo enfrentar el poder, en posición desventajosa, ¿va a renunciar a defender su espacio, precisamente ahora que lo ostenta? No, no, no. Ni pensarlo. La Constitución le impide reelegirse, pero no le faltan hombres leales, bien educados y preparados para asumir el relevo generacional que demandan el propio PLD y toda la nación.
Vamos a sentarnos, pacientes, a esperar la próxima batalla del combate político en pie. No menos cruenta y artera que la presente, en la que el PRD distrae sus energías. Identificado el responsable, provocador de estas confusiones, se tiene el blanco objetivo de los contraataques hacia donde la auténtica dirigencia blanca debe apuntar sus misiles. Miguel Vargas como instrumento e Hipólito Mejía como objetivo, son, en fin de cuentas, las víctimas finales. A los estrategas de Leonel les seria muy fácil reeditar los virulentos ataques a Miguel en el 2008.
Así las cosas, Danilo, Hipólito, Luis Abinader, Miguel y Guillermo Moreno, junto a sus fieles respectivos seguidores, se enfrentarán, al fin y al cabo, a un enemigo común en la venidera contienda electoral. Si le va bien despedazando al PRD, nadie duda que intentará lo mismo en su propio partido, con los danilistas para ser más precisos. Yo Danilo, reforzara y reagrupara mis fuerzas, colocando mis hombres en posiciones claves, en lo que llega ese momento. Que vendrá, inexcusablemente.
Eduardo Álvarez
(cenitcorp@gmail.com)
El Nacional
http://www.elnacional.com.do/opiniones/2013/7/25/167150/Divide-y-venceras
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