El presidente Danilo Medina respondió ayer con un gesto en el que le restaba impacto a una pregunta sobre las presiones de algunos grupos para que exfuncionarios sean enjuiciados por presuntos actos de corrupción.
Ante la pregunta de periodistas sobre ese aspecto, se limitó a mirarlos y lanzar el comentario: “la gente quiere ver sangre, ¿verdad?”
Con todo el respeto que nos merece la investidura de nuestro Presidente nos atrevemos a afirmar que los dominicanos no queremos más sangre. La incapacidad de los gobiernos de su compañero antecesor y la suya propia, nos ha bañado de sangre. Sangre dominicana que corre a diario brotada de las venas de indefensos ciudadanos asesinados, mutilados e incapacitados; por la incompetencia de los organismos oficiales de proveernos seguridad ciudadana y enfrentar la delincuencia procreada por las inequidades de sus gobiernos, consecuencia directa de haberse embolsillado los recursos para la educación, la salud pública y la creación de empleos de calidad.
La gente lo que quiere es ver Justicia. Ver en los tribunales a los responsables de prevaricar y lavar activos en fundaciones que fueron mediante la extorsión, convertidas en fuentes de enriquecimiento ilícito. De malos dominicanos que se asociaron a extranjeros para robarse el oro del pueblo dominicano. Justicia para los que pensionaron con fondos del Estado a personas sanas, pudientes y que nunca laboraron para ese Estado.
Justicia para los que se robaron los empleos de eficiente empleados, para aquellos que han protegido el narcotráfico y protegieron a la delincuencia internacional.
Justicia para los que usaron el dinero del erario público para viajar por el mundo, en costosos bacanales acompañados de numerosas comitivas. Los que delincaron con los US$ 130 millones de la SunLand. Justicia para aquellos que exhiben fortunas malhabidas, forjadas por la corrupción indetenible que inició en 2004 y que todavía en 2013 sigue tan campante como el hombre aquel.
Justicia para los que en siete meses y medio del año electoral 2012, provocaron un déficit fiscal de más de 200 mil millones de pesos para que Usted hoy sea el Presidente de la República.
No es sangre lo que queremos, es Justicia, la cual por lo visto Usted está incapacitado para impartirla y su Ministerio Público y su Poder Judicial mucho menos. Con todo el respeto.
Desde La República Dominicana
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