Colombia perdió en la OEA: no logró convocar a reunión de cancilleres
Logró 17 votos pero faltó uno para esa instancia en la que se esperaba solucionar crisis fronteriza
Colombia se llevó este lunes una derrota diplomática al no lograr que la Organización de Estados Americanos (OEA) convocara a una reunión urgente de cancilleres de la región para evaluar la crisis que se vive en la frontera con Venezuela desde que el gobierno de Nicolás Maduro ordenó su cierre hace más de una semana.
Tras más de cuatro horas de maratónica sesión la propuesta colombiana obtuvo solo 17 votos favorables entre los 34 miembros de este órgano hemisférico. Necesitaba 18 para que se aprobara la reunión. Aunque solo 5 países se opusieron, la derrota llegó por el lado de las abstenciones ya que 11 países, en su mayoría caribeños, optaron por la neutralidad. Uno de los representantes ante la OEA se ausentó.
En contra de la propuesta colombiana estuvieron Venezuela, Haití, Ecuador, Bolivia y Nicaragua.
Por su parte, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Jamaica, México, Paraguay, Perú, Uruguay, Santa Lucia, Bahamas, Barbados, Canadá, Honduras y Chile votaron con Colombia en respaldo de la reunión.
Los once que se abstuvieron fueron: Granada, Panamá, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, Antigua y Barbuda, Belice, Brasil y Argentina.
Panamá, que estuvo entre los neutrales, se ofreció como mediador de la crisis y propuso una reunión bilateral entre los presidentes Juan Manuel Santos y Maduro.
Precisamente ese voto de Panamá, que durante todo el debate se mostró partidario de la reunión, fue uno de los que más sorprendió a Colombia pues esperaba que fuera favorable. Así mismo Haití, que había ofrecido su voto y porque padece una situación fronteriza muy similar a la colombiana.
De hecho, Colombia esperaba el respaldo de al menos 20 países pero varios cambiaron su intención a último minuto. “Hubo países que inexplicablemente, pese a habernos expresado su apoyo, tomaron otra determinación a la hora de votar. Pero eso es apenas un primer round. Vamos a continuar. La verdad está de nuestro lado, ya tenemos 17 votos a favor y esto es solo una primera etapa”, dijo al cabo de la sesión el embajador de Colombia ante la OEA, Andrés González.
“Alcanzamos la mayoría, mas no lo suficiente. Agradecemos a los 17 países que han acogido nuestra propuesta. Respetamos a quienes tienen otro criterio”, agregó el embajador y aseguró, ante las abstenciones presentadas, que seguirán ahondando en argumentos para llevar a más instancias lo que sucede en la frontera.
Pese a la derrota, González catalogó la jornada como positiva pues Colombia pudo llevar el problema que se vive en la frontera a la comunidad internacional.
“Un paso adelante -dijo el Embajador- es que se dio el debate y se habló con precisión sobre la violación inaceptable de derechos humanos sin antecedentes contra miles de compatriotas”.
Roy Chaderton, representante de Venezuela ante la OEA, a su turno, finalizó diciendo que el gobierno venezolano “seguirá practicando una diplomacia de paz, pero de paz proactiva”. “En ese sentido, tomaremos cuantas iniciativas sean necesarias para asegurar la comprensión de esta compleja situación”, aseguró.
El llamado a una cita de cancilleres de los países miembros de la OEA lo hizo la semana pasada el presidente Juan Manuel Santos, a raíz de los atropellos a los colombianos deportados masivamente desde Venezuela.
Minutos antes de conocerse la votación, el presidente Santos había señalado que en manos de los representantes ante la OEA estaba que el organismo cumpliera o no un papel importante en medio de la crisis bilateral.
“Si los miembros no quieren que la OEA cumpla un papel impórtate, pues no lo cumplirá. Si la OEA llega a fracasar en gestiones que los países le ponen por delante, como por ejemplo en esta situación que tenemos con Venezuela, eso es culpa de los países que conforman la OEA, lo mismo Unasur y lo mismo Naciones Unidas”, fueron las palabras de Santos.
Embajadores hablaron con vehemencia
La sesión en la OEA estuvo marcada por los fuertes discursos que pronunciaron los embajadores de ambos países.
González arrancó su intervención expresando la indignación del país y exigiendo a Venezuela que respete los derechos humanos de los pobladores que han sido deportados de manera colectiva.
"Venimos adoloridos e indignados. Colombia entera está ultrajada y duele más cuando se trata de una nación a la cual le profesamos fraternal cariño. Parece increíble que tengamos que decir esto en pleno siglo XXI pero hemos visto atónitos la deportación arbitraria y el maltrato de compatriotas por el solo hecho de ser colombianos y no tener sus papeles en regla”, dijo González con tono enérgico y poco como común en este foro.
Aunque reconoció que en la zona de fronteras existían muchos problemas como el narcotráfico y el contrabando, el embajador dijo que estos no se resolvían “deportando a colombianos humildes”.
González se quejó de los esfuerzos por bloquear o dilatar el pedido de Colombia para que se dé una reunión de consulta y dijo que, de rechazarse, la organización estaría distanciándose de sus objetivos y valores fundamentales.
“Se nos habla de buscar fechas futuras. ¿Cuál es el taxímetro de derechos humanos? ¿Vamos a esperar a que sean 50 mil o 100 mil (las víctimas) en un país donde hay 4 millones de colombianos? Hemos planteado una reunión lo más pronta posible para tomar medidas con el concurso de todos ustedes. Exponer y plantear ideas que contribuyan a la solución”, afirmó el Embajador.
Chaderton le contestó con un largo discurso sobre la violencia en Colombia y cómo el país se había convertido en “una nación de excluidos y un exportador de pobreza”.
De acuerdo con Chaderton, gracias a ello Venezuela se ha convertido en la casa de más de 5 millones de colombianos, “la mayoría de ellos buenos pero entre los que también hay criminales de toda índole”.
El venezolano justificó el cierre de la frontera y dijo que la “reacción escandalosa del gobierno de Colombia” era un “circo mediático” que quizá obedecía a la necesidad de mostrar firmeza para posicionarse de cara a las elecciones de octubre próximo. Y de paso acusó al ex presidente Álvaro Uribe, a quien llamó "el papá de los energúmenos”, de aprovechar la crisis para obtener beneficios políticos.
Chaderton dijo también que los presidentes Santos y Maduro se entendían muy bien y solos, sin la intervención de la OEA, podían resolver la situación.
Lo que viene
Aunque el embajador colombiano fue enfático al decir que Colombia insistirá en su reclamo, es poco probable que el tema de momento regrese a la OEA. Y también quedó en el limbo la reunión de cancilleres a instancias de Unasur que estaba prevista para este jueves 3 de septiembre.
Fuentes consultadas por este diario sostienen que Colombia, ante este resultado de la OEA, no asistiría a la cita de Unasur donde solo tienen asiento 12 países de Sur América.
Ante eso, el único camino viable sería el de un encuentro bilateral entre Maduro y Santos o un acuerdo que permita que el tema se debata en ambos foros.
Las lecciones
-Si Colombia solicitó una reunión del Consejo Permanente de la OEA fue porque pensó que contaba con el respaldo de la mayoría para que este convocara a una reunión de consulta de cancilleres. De lo contrario no lo hubiese hecho.
- No haberlo logrado implica un error de cálculo que se transformó en una costosa derrota diplomática para el país. También demuestra que Venezuela, pese a la caída en los precios del dólar, aún ejerce influencia en muchos países. Especialmente en los países caribeños, pues 8 de ellos decidieron abstenerse.
- Varios países, entre ellos Brasil y Argentina, decidieron abstenerse al parecer porque quieren privilegiar a Unasur, un foro en el que tienen más peso y no cuenta con el contrapeso de Estados Unidos y Canadá.
- Aunque Colombia perdió, el gran derrotado de la jornada fue la OEA que nuevamente quedó marginado del estudio de un tema que le corresponde por naturaleza.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington
En twitter @sergom68
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