El canciller Andrés Navarro ha ofrecido seguridades de que los extranjeros que aleguen haber nacido en territorio nacional no serán repatriados, sino investigados y si se demuestra la veracidad de su afirmación, entonces ingresarán en el proceso de regularización para que posteriormente opten por la nacionalidad.
Tales afirmaciones causan humareda de confusión, pues ahora no se sabe a ciencia cierta si el Gobierno aplica algún protocolo de repatriación, o si el Programa de Regularización Migratoria aún está vigente como para ser aplicado a todo el que alegue que nació aquí.
Tampoco se sabe si los hijos de centenares de parturientas traídas desde Haití a dar a luz en maternidades públicas nacionales serian incluidos en ese programa para que “posteriormente opten por la nacionalidad dominicana”.
Se tenía entendido que según el protocolo vigente, todo extranjero detenido por autoridades de Migración sería investigado para determinar si posee la documentación requerida para permanecer en el país y que, en caso contrario se procedería a su repatriación.
Es ahora que se sabe por boca del canciller que, además de los 55 mil extranjeros a los cuales el Estado dominicano les reconoció nacionalidad, será beneficiado con su inclusión tardía en el Registro de Regularización Migratoria todo extranjero aun no sea descendiente de esas personas.
Lo que alega el funcionario para anunciar tan singular dispensa migratoria es que no llenó las expectativas el número de personas nacidas en territorio dominicano de padres extranjeros indocumentados inscritas en el Plan de Regularización Migratoria.
No se entiende por qué se imputa falta al Gobierno dominicano porque solo se inscribieron en ese registro unos ocho mil extranjeros hijos de indocumentados, en vez de los “30, 40 o 50 mil” que se esperaba.
Por lo que ha dicho el canciller Navarro, debería entenderse que la vigencia del Plan Nacional de Regularización Migratoria ha sido extendida indefinidamente para ingresar a extranjeros nacidos aquí hijos de indocumentados y que, por consiguiente, el protocolo de repatriación ha sido alterado. No hay más que decir.
Editorial El Nacional
El Nacional
Viñeta: Cristian Hernández
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