VISITANTES

VISITANTES
DOMINICANOS SOMOS. Vea las más leídas de la semana en la columna lateral derecha de este blog. / DLRD, desde el 1ro. de septiembre de 2005 en la W.W.W.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Cardenal propone autocensura e insquisición a la prensa

Cardenal López Rodríguez y sus invitados.

Llama la atención la energía que derrocha la iglesia que dirige el Cardenal López Rodríguez para penalizar el aborto y poner mordaza a la libertad de prensa y expresión, no así para presionar al Gobierno a cumplir con la ley que otorga el 4% del PIB, para el presupuesto de la educación pública
Como si no fuera suficiente con lo que los cables de WikiLeaks revelan sobre la prensa nacional, y los grupos de poder; ahora se destapa el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, exhortando a los propietarios de los medios de comunicación a controlar lo que sus empresas publican para ayudar a que la población reciba un mejor contenido y se eviten influencias negativas y anuncia el sometimiento de un proyecto de ley para "regular" lo que se lee y escribe.


Entre otras cosas dijo:


a) “Lo ideal sería que cada propietario de medio  imponga el autocontrol de lo que sus empresas publican o proyectan”. 


b) “Lo cierto es que necesitamos sanear el ambiente comunicacional de tanta charlatanería, vulgaridad,  pornografía  y mentiras, que en nada benefician a nuestro país, pero particularmente a nuestros queridísimos niños y jóvenes".


c) "Abogo por   la creación de un proyecto de ley que regule la  calidad de los medios  masivos y por un acuerdo nacional que eleve la calidad de los contenidos”.


d) "Entre los objetivos de la fundación están promover, y dar seguimiento y monitoreo de los contenidos y formas que sirven los medios; propiciar el diálogo, identificar, realzar  y premiar periodísticamente a los protagonistas de la buena cultura de la comunicación social; estimular y potenciar la creación y actualización de convenios que eleven la calidad".



Con todo el respeto que me merece el Cardenal López Rodríguez esto es censura, coartar la libertad de prensa y de expresión, disfrazado de ética y decencia. Los valores actuales no serán cambiados por ocultar la verdad, sino a través de la educación en el hogar y en la escuela.


Me parece que la Iglesia Católica sí que se ha atrevido a llegar lejos con esta propuesta. En mi opinión  lo más aconsejable es que al Cardenal, cuando presente su renuncia ante el Papa, que le toca ahora, le sea aceptada. La Iglesia Católica Dominicana necesita hombres con una visión más democrática en este siglo XXI, con una visión menos insquisitiva y censurable .


El peor daño que se le puede hacer a un país es vivir engañándolo, como ha sido la práctica. El mejor ejemplo es un diario, cuyos líderes espirituales son precisamente los ideales de nuestro Cardenal. Este tradicional medio, tratando de ser positivo y light, mantiene engañado al pueblo, manipulando los hechos reales y ocultando lo que le conviene a la cleptocracia. Dibuja un mundo irreal al que lo lee, y no la triste realidad de un país abusado, maltratado y vejado por los poderes fácticos.


Suponemos que la legislación que pretende el Cardenal no será acogida, de lo contrario estaríamos regresando a la época de los doce años de Joaquín Balaguer. Llama la atención la energía que derrocha la iglesia que dirige el Cardenal López Rodríguez para penalizar el aborto y poner mordaza a la libertad de prensa y expresión, no así para presionar al Gobierno a cumplir con la ley que otorga  el 4% del PIB, para el presupuesto de la educación pública.
Marihal / Desde La República Dominicana
Foto: Hoy

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayer le decía a un amigo que si esto se aprueba me voy del país; aunque razones ya las hay, esto sería la gota que derrame el vaso.

Anónimo dijo...

Honestamente hace tiempo que el gobierno está detrás de esto, están usando al Cardenal como punta de lanza.
Quienes tienen que defender esta barbaridad son los comunicadores y la sociedad en pleno. Veríamos titulares rosas mientras seguimos siendo masacrados por la cleptocracia.

Jeannelle Koss