Cada legislador costó al contribuyente en 2012 nada menos que la friolera de 23.8 millones de pesos, equivalentes a 625,200 dólares. Un estudio del Centro Regional de Estrategias Económicas y Sociales (CRES), que dirigen los economistas Ernesto Selman y Gabriela Fernández Leroux, sitúa a los legisladores dominicanos, con tales ingresos, entre los mejor remunerados de la región. Incluso muy por encima de países como Brasil, hoy por hoy una de las principales economías del mundo.
Los ingresos de senadores y diputados se corresponden con la consigna de un “Congreso para el progreso”.
En 2004, según el estudio, un congresista costaba al contribuyente la alarmante cantidad de 8.2 millones de pesos. Pero a partir de 2006 el costo se ha incrementado en 206 por ciento.
Fuera menos bochornoso si los legisladores cumplieran siquiera mínimamente con su misión de fiscalizar las ejecutorias del Ejecutivo. Intereses personales y políticos han marcado la función de un Poder Judicial que, en términos relativos, es posible que resulte no sólo uno de los más costosos de la región, sino del mundo. Los ingresos de los congresistas están al margen, sin embargo, del discurso de austeridad que promueven las autoridades.
Radar
El Nacional
http://elnacional.com.do/pagina-dos/2012/9/3/133467/Radar
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