Rafael Molina Morillo, director del diario El Día.
Este blog se llama Desde La República Dominicana, desde el primer día colocamos el artículo"La" con mayúscula, primer error (adrede, queriendo magnificar) . Ahora, el premio nacional de periodismo, Quijote y gloria nacional de la prensa dominicana don Rafael Molina Morillo, nos coloca en una posición más difícil aún. No podemos cambiar el nombre por otro similar pues otros colegas ya los están utilizando. Desde el inicio hubiésemos querido llamarlo Dominicana, estamos de acuerdo en que es el nombre de más pegada, corto, sencillo de pronunciar y fácil de recordar, pero la gente que brega con turismo se opone para que no nos confundan con Dominica.
Reproducimos los tres artículos de don Rafael Molina para que comprueben en la duda que ha quedado el nombre de este lugar:
DLRD
¿Cómo nos llamamos?
Cuando hablamos de mi país, a mí me gusta referirme a “la República Dominicana”, con el artículo definido “la”.
Pero mucha gente prefiere omitir dicho artículo y decir, por ejemplo: “Yo vivo en República Dominicana”.
En el propio periódico EL DÍA incurrimos a cada rato en la inconsecuencia de utilizar las dos formas, indistintamente, como si se tratara de algo intrascendente. Pero yo creo que vale la pena aclarar de dónde somos, si de República Dominicana o de la República Dominicana.
Hay también quienes prefieren decir “Dominicana”, a secas, tal como sucede cuando se habla de “Argentina”, y no necesariamente de la República Argentina. “Me gustó viajar a Dominicana” es una fórmula que a mí me parece incorrecta, pero que también se usa mucho.
Valdría la pena que se establezca oficialmente cómo debe decirse. ¿Cuál organismo está facultado para decidir la cuestión? ¿La Academia de la Historia? ¿El Presidente de la República? ¿El Tribunal Constitucional? ¿La Suprema Corte de Justicia? ¿La Academia Dominicana de la Lengua? ¿El Congreso Nacional?
¿Cómo nos llamamos?, parte II
Ayer dejé en el aire la pregunta de cómo debemos llamarnos: ¿República Dominicana? ¿La República Dominicana? ¿O simplemente Dominicana? He recibido más de 50 opiniones, pero lamentablemente no dispongo de espacio para exponerlas todas.
Reproduciré entre hoy y mañana algunas que me parecen representativas:
Por ejemplo, Hamlet Hermann me dice: “Si nos vamos hasta la proclamación de los Trinitarios, encontraremos que el país se llamaría República Dominicana. El artículo LA está de más en cualquier forma. Ningún organismo debe decidir cómo llamarnos. Simplemente, usar el idioma como correctamente debe ser.
Por su parte, Vanessa Abreu nos explica que “el termino República, es un sistema político que se fundamenta en el imperio de la ley (Constitución) y la igualdad ante la ley. República es el gobierno de la ley, que no es lo mismo que democracia, que es gobierno de la mayoría.
También contrario a monarquía, que es el gobierno unipersonal, ya sea dado por herencia, designación, es el gobierno de uno solo.
“Dado que República -agrega- no es un nombre exclusivo de este país, sino más bien, una condición (que puede ser transitoria), una forma de gobierno, no necesariamente permanente, a mí entender el nombre real del país es: DOMINICANA, porque lo de República es solo la condición actual de gobierno que tenemos o que hemos tenido.
“Si pasare en el futuro -concluye-, que se eligiera un monarca y que el sistema de gobierno cambia a monarquía, ya no podría referirse al país como república, sería una total contradicción.”
(Continuaré mañana con otras interesantes posiciones sobre el tema)
¿Cómo nos llamamos?, parte III
Concluyo con el debate de cómo llamar a nuestro país. ¿Dominicana? ¿República Dominicana? ¿La República Dominicana?
El lector Enrique Popoteur P. nos recuerda que Duarte, en el juramento de los Trinitarios habla de “implantar una república libre, soberana e independiente de toda dominación extranjera, que se denominará República Dominicana...”
Además –agrega- la recién estrenada Constitución del 26 de enero de 2010, en su artículo 1 define el nombre bajo el cual se organizará el estado y también prescinde del artículo LA, cuando dice: “El pueblo dominicano constituye una Nación organizada en Estado libre e independiente, con el nombre de REPÚBLICA DOMINICANA”.
Por su parte, Reyson Pimentel me escribe así: “Su articulo del día de hoy me recuerda la polémica suscitada hace unos 15 años, cuando nuestro dilecto Ellis Pérez, en ese momento al frente del Fondo para la Promoción Turística y basado en recomendaciones de expertos y paneles de opinión, propuso que se le llamara simplemente “Dominicana” a nuestra república para fines de promoción y como marca país.
Esa iniciativa, implementada con éxito pero no continuada, tenía como fin igualarnos a “México” (Nuestro gran rival turístico) “Argentina”, “Brasil”, “Canadá” y otros que han logrado posicionarse con un nombre que se puede pronunciar en cualquier idioma. Por mi parte sentimentalmente me inclino por ‘República Dominicana’, pero mercadológicamente voto por ‘Dominicana’ a secas”.
Fin del debate.
Rafael Molina Morillo
Los Buenos Días de Molina Morillo
El Día
http://eldia.com.do/los-buenos-dias-de-molina-morillo/2012/9/5/92903/Como-nos-llamamos-parte-III
Sigue el debate
La semana pasada declaré “cerrado” el debate sobre cómo debemos llamar a nuestro país, entre estas tres opciones: “La República Dominicana”, “República Dominicana (sin el artículo “La”), o “Dominicana” (a secas).
Pero después del cierre, he continuado recibiendo opiniones diversas, y me veo inspirado en compartir con mis lectores algunas de ellas.
El historiador José Chez Checo opina que “no debiera existir duda alguna respecto al nombre del país, ya que la Constitución dominicana vigente, promulgada el 26 de enero de 2010, en su primer artículo dice: ‘Organización del Estado.
El pueblo dominicano constituye una Nación organizada en Estado libre e independiente, con el nombre de República Dominicana’. En consecuencia, no lleva el artículo “la".
“Recordemos –continúa el docto académico- que el juramento trinitario, tal como se conoce, y el primer documento donde se menciona el actual nombre del país, dice: ‘En nombre de la Santísima... juro y prometo... cooperar con mi persona, vida y bienes a la separación definitiva del gobierno haitiano y a implantar una República libre y soberana e independiente de toda dominación extranjera, que se denominará República Dominicana, la cual tendrá...”
Hasta aquí Chez Checo. Por su parte, la musicóloga y pianista Catana Pérez me comenta que ella piensa que es recomendable usar el artículo “la”, pero además le pidió su opinión académica a doña María José Rincón, académica de nuestra lengua y voz autorizada en la materia, quien nos remite al siguiente comentario ya publicado en ocasión anterior:
“He encontrado a menudo personas a las que, como a mí, los errores ortográficos o gramaticales nos causan la sensación de verlos palpitar en el texto en que se encuentran.
De la misma manera resuenan en nuestros oídos cuando se trata de la lengua hablada.
Nos asusta que, de tanto oírlos o leerlos, nos lleguen a pasar desapercibidos. Pero existen errores muy habituales que, por su sencillez, pueden ser corregidos sin demasiado esfuerzo por parte de los hablantes. Sólo se necesita voluntad de expresarse con corrección.
No está de más refrescar lo que talvez escuchamos en nuestros años escolares acerca del uso del artículo. Existen dos contextos de uso en los que frecuentemente cometemos errores: los países y los años.
“Los nombres de países –concluye- no van determinados por el artículo por tratarse de nombres propios. Sin embargo, se recomienda su uso cuando se trata de nombres compuestos, como en el caso de la República Dominicana, los Estados Unidos o los Países Bajos.
Es una regla de fácil aplicación que nos puede resultar muy socorrida, más aún cuando el nombre de nuestro país es un ejemplo de uso muy frecuente”.
Finalmente, ¿no se han fijado ustedes, amables lectores, que los Decretos y las Leyes son emitidos por el Presidente y el Congreso de LA República Dominicana, respectivamente?
Rafael Molina Morillo
Los Buenos Días de Molina Morillo
El Día
http://www.eldia.com.do/los-buenos-dias-de-molina-morillo/2012/9/9/93172/Sigue-el-debate
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