Ante la pregunta de que si investigaría las denuncias realizadas por el capo Quirino Ernesto Paulino Castillo, el “procurador” dijo que no.
Increíble la capacidad que tiene el “Procurador” general de la República para doblarse.
Cual pieza de plástico al calor, se dobla y se retuerce, olvidando su responsabilidad y su deber como procurador, palabra que viene de “procurar”, sinónimo de intentar, pretender, esforzarse, acometer, emprender, empezar, tratar, proyectar, trabajar, proporcionar, facilitar, deparar, adquirir entre otras, en pos de que haya justicia.
Domínguez Brito se vuelve contra sus funciones y en este caso no procura, y al mismo tiempo obstruye la justicia. ¿Está consciente Domínguez Brito de que su mala costumbre de ser selectivo sobre que investiga y que no, puede llevarlo a él mismo ante la justicia por obstruirla?
Las denuncias de Quirino Paulino son gravísimas. Son tan graves sin son ciertas, como si son falsas; si son falsas, porque entonces hay personas dañando reputaciones, y todos estaríamos a expensas de eso. Y por supuesto, graves también si son ciertas.
Por esa razón, en un acto de coherencia y de responsabilidad cívica, el Dr. Guillermo Moreno, presidente de Alianza País, mediante instancia depositada en la Procuraduría, solicita que el capo Quirino Paulino sea requerido por la justicia. Precisamente para eso, ¡para esclarecer!
En este contexto, un “procurador” de la República decir ante los medios de forma expresa y deliberada que no va a investigar dichas denuncias, es todo un acto de obstrucción de la justicia, digno de un anti-procurador que es muy selectivo con su trabajo, conducta que debe ser repudiada por toda la sociedad, puesto que convierte la posición de procurador general de la República en una herramienta en las manos del Poder Ejecutivo, quien al final decide donde usarla y donde no usarla.
Amén de que algunos sectores atribuyen las acusaciones del capo a una campaña política, no es trabajo del procurador sentenciar el caso como tal y descartar una investigación.
En un país dominado por la corrupción, tener un anti-procurador selectivo e irresponsable es todo un homenaje a la falta de voluntad del Gobierno para que en el país imperen las leyes.
Domínguez Brito no es un procurador, es simplemente un brazo jurídico del Gobierno para llevar a cabo los casos políticamente convenientes.
Jorge Bolívar
Z-101 Digital
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