Le escribe una joven de 22 años que vive aterrada, que cada día sale a trabajar y es con la incertidumbre de no saber si llegará viva a su casa. Cuando salgo del trabajo suelo quedarme en el gimnasio. Ayer al salir a las 8:30 pm como todos los días me pasó algo inusual, pude palpar el miedo en las pocas personas que pude encontrar a esa hora en la Av. Independencia. Me topé con un caballero que me dijo: “por Dios mi hija, no andes con cartera grande y menos a esta hora de la noche”.
No tengo carro, me gusta hacer el trayecto a pie hasta mi casa, y es una pena que ya no pueda hacerlo porque una partida de desaprensivos me han robado la tranquilidad, al igual que lo han hecho con la mayoría del pueblo dominicano.
Nos han robado la libertad Sr. Presidente, me siento abrumada, indignada y espero de usted lo mismo que todo el pueblo, una estrategia de seguridad social factible, efectiva que nos saque del hoyo en el que estamos metidos. Queremos una ciudad, un país seguro, donde pueda sacar mi teléfono sin miedo, caminar despistada del mundo, tener una juventud plena, salir a correr en la mañana, sentarme en el bulevar por las noches.
Es una pena que el único lugar donde las personas puedan ser felices en este país es en la TV y en las redes sociales. Quiero tener si no la certeza, por lo menos la esperanza de que viviré muchos años para formar una familia, empezar un negocio, ver crecer hijos, nietos, y tener una vida digna, alcanzar el fin por el que hemos sido creados: la felicidad. Pero lamentablemente, la delincuencia me está haciendo este trabajo difícil. Ayúdenos Sr. presidente, usted puede.
Brenny del Carmen
Cartas al Presidente
Diario Libre
30 de marzo de 2017
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