La clase media de Santiago y el Cibao envió un mensaje contundente ayer con la marcha que recorrió la calle Del Sol y que acogió a miles de personas.
Ahora toca al Gobierno y al partido en el poder acoger el mensaje.
En realidad, el país entero está indignado aunque solo proteste un sector social, el más golpeado por las actitudes del gobierno y por los males sociales.
Es inaceptable la pasividad de las autoridades frente al crimen y que presten oídos sordos a la corrupción en ésta y en pasadas administraciones, así como es insostenible un estado de cosas fundamentado en aumentarle los impuestos y las trabas burocráticas a un solo sector de la sociedad.
Es incomprensible la desidia de las autoridades con la depredación de los bosques que protegen nuestros ríos, como parte del conjunto de temas que preocupan seriamente a los grupos más pensantes de la sociedad.
La clase media está muy preocupada por el país que dejará a sus hijos y si es que estos podrán vivirlo con la ola de delincuencia que nos arropa.
El Gobierno tiene que entender el mensaje.
Diario Libre
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