Dejé de leer el periódico los sábados. Lo hago por higiene mental, porque ese día lo dedico al patio y a escuchar música coral, que es lo que me relaja y revive. Hoy, no pude evitar leerlo por la portada y tengo, consecuentemente, un episodio de mal humor, enfermedad que se agrava con los años.
Leer que una rozagante socialite como Clarissa de la Rocha, (famosa por sus vestidos de diseñadores y una boda donde se gastó el presupuesto de una docena de escuelitas primarias en la zona rural), plantea que la inclusión del Banco Central en la ley que regulariza los salarios “violaría su autonomía”, rebosa el vaso.
Leer que el Director de Migración, José Ricardo Taveras, de nefasta recordación para las mujeres dominicanas cuando presidio, no siendo médico ni habiendo parido nunca, una comisión donde se decidió prohibir el aborto terapéutico, reniega de la amnistía, rebosa mi vaso.
Nunca olvido la humillación y el dolor que me provocó pararme frente a ese desconocido en el Congreso a hablar de mis frustraciones como mujer porque nunca pude ser madre, y sobre la infinidad de tratamientos que seguí para poder serlo; sobre lo doloroso que fue y es para mí el aborto, pero sobre la necesidad de entender que no se puede arriesgar la vida de un ser humano en función de otro por nacer, y añadir, de paso, que no entendía su preocupación por los no nacidos cuando hay tantos niños y niñas en la calle, siendo violados, maltratados, explotados y muriéndose de hambre y nadie parece pronunciarse sobre ese tema.
Leer que ahora se pronuncia contra la amnistía, con un millón de dominicanos en el exterior clamando por la suya, rebosa el vaso.
Creo entonces que toda la gente victimizada por el fanatismo, y la encallecida superficialidad cotidiana, debe dar un paso al frente y decir: yo sí creo en la Amnistía, yo sí creo en la regulación de todos los salarios, y yo sí creo en el aborto terapéutico. Amén.
Chiqui Vicioso
El Nacional
http://elnacional.com.do/opiniones/2012/8/7/130400/Rebosar-el-vaso
No hay comentarios:
Publicar un comentario