Si el contrato que ampara a la Barrick Gold para la extracción de oro y más metales es demostradamente lesivo al interés nacional, procede renegociarlo; lo que no debe ser visto como mera pretensión de restar a la firma beneficios que justamente le correspondan. Una revisión responsable establecería los límites de cada parte. La meta sería procurar una justa participación en utilidades para el verdadero dueño de tal riqueza que es el Estado. El territorio nacional es intransferible. La Barrick Gold es dueña de tecnologías y de una valiosa infraestructura. Su papel es de primer orden para obtener metales que el mercado paga bien. Pero el país debe recibir una proporción significativa y a tiempo, de los frutos. La sociedad está alerta contra lo pírrico. Y con la sensación de que sus intereses no estuvieron adecuadamente defendidos para la concesión.
Se ha puesto en evidencia a una parte de los causantes de que la sociedad sienta hoy que sus derechos a participar de las ganancias de Pueblo Viejo estarían muy disminuidos. Legisladores del anterior período y el actual que aprobaron la modificación considerada perjudicial ahora, se dan golpes de pecho “arrepentidos”. Eso de aprobar de forma complaciente ha estado al uso todo el tiempo. Bien ha hecho el Gobierno al declarar, con interés de revertir la situación, que respeta la seguridad jurídica pero que no se apartará de lo fundamental que es defender el patrimonio nacional.
Editorial Hoy
Hoy Digital.com.do
http://hoy.com.do/editorial/2013/2/3/465501/Nunca-es-tarde-para-enmendar
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