A todas luces parece que sí
Lo que el expresidente George W. Bush dejó ver al mundo en la ceremonia funeral por la muerte de cinco policías en Dallas, Texas, está fuera de toda lógica. Ni siquiera un a un niño de cinco años se le ocurriría bailar en medio de tantos formalismos, llantos y pesares.
No tiene sentido esa actuación. George W. Bush y su familia de presidentes son amigos de la Policía y de las Fuerzas Armadas de su nación, así lo demostraron cuando ejercieron el poder. La primera dama Michelle Obama no podía creerlo, Laura Bush, como se aprecia en el vídeo le cortó el ritmo al ex mandatario, no entendía lo que le sucedía.
Como no tenemos ningún prejuicio sobre la persona de George W. Bush estamos convencidos de que éste padece de algún trastorno o enfermedad que se mantiene en la intimidad. O es posible que esté tomando un medicamento que le afecta su noción de lo que sucede a su alrededor. No hay cabida para una broma o una muestra de contentura en un acto como éste, no es el comportamiento de un ex jefe de Estado.
Tarde o temprano se sabrá qué pasó ahí, así no se comportan los hombres de Estado. Más que criticarlo sentimos pena por el señor Bush, pena y vergüenza ajena.
Desde La República Dominicana
No hay comentarios:
Publicar un comentario