El inescrupuloso y el traidor.
Ganador con un 62% de votos que le asignó Roberto Rosario y las encuestas de los diarios empresariales. Todo para conseguir una victoria con pies de barro, sin nada que celebrar.
El inescrupuloso, el lugarteniente y el magnate megamillonario.
Oda al inescrupuloso
“Danilo había advertido, que para repostularse, antes había que tragarse, todo un tiburón podrido. Hoy parece que ha cumplido, su atinada predicción, y sabe la población, por el bajo del eructo, que a través de su conducto, está oliendo el tiburón.
De desayuno y comida, de cena y hasta merienda, con canonjía y prebenda, tiene su mesa servida, la historia es bien conocida para nuestra población.
Asoma la corrupción, como una vieja costumbre, y huele la podredumbre del guiso del tiburón. Leonel se empeñó en su intento de comerse una ballena, pero se quedó sin cena, pues se entretuvo en el cuento, de que soplaban los vientos que ya casi eran un ciclón.
Pero en esa distracción, sin hablar llegó Danilo, y allí de lo más tranquilo, se hartó su tiburón. Entero se lo tragó, ni siquiera le dio hipo, y cuando terminó el tipo, ni las espinas dejó.
El escualo aderezó, como un gallito pelón, con melena de león y un hacho apagado, y así bien condimentado, se engulló su tiburón. Si un tiburón descompuesto, masticó tranquilamente, tal vez en el 2020 le coge mas gusto al puesto, y si se tira dispuesto, quizás enganche a su arpón, otra modificación y con razón baladí, con cara de yo no fui, le entra al otro tiburón.
Esta sociedad no puede continuar tan indefensa, aguantando ofensas y nada más retrocede. Todo lo podrido hiede como apesta la ambición, así que nuestra nación, tendrá que prohibir la pesca, para que no aparezca, quien se coma un tiburón”.
Huchi Lora
Jeannelle Koss / Desde La República Dominicana
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