Perra, degenerada, mujer asquerosa, corrupta, ladrona, mentirosa; y que de ganar la presidencia la metería en la cárcel. Esos son unos pocos de los epítetos y amenazas conque el senor Donald Trump ha calificado e intimidado a la que fuera Primera Dama durante ocho años de EE.UU. y Secretaria de Estado durante otros cuatro, de esa nación, Hillary Clinton.
Los norteamericanos de raza blanca en su gran mayoría no van a votar a un mentiroso, depredador sexual y evasor de impuestos ("legalmente") para dirigir su país.
Las mujeres en general, los de raza negra y los latinos no van a afilar cuchillo para sus gargantas y tampoco van a votar por un dictador en ciernes. Donald Trump es misógino, racista y antiinmigrantes declarado, con su propia boca lo ha dicho y repetido.
Para evitar que este capo asuma la presidencia de los Estados Unidos hay que ir a las urnas a votar, derrotar a Trump con muchos millones de votos en su contra.
Mientras tanto, la señora Clinton está muy por encima en el marcador a quince días de finalizar el partido, congela el balón para agotar el tiempo y ha declarado que en lo adelante ni siquiera va a contestar las calumnias y mentiras de Donald Trump.
No olvide votar el 8 de noviembre, su voto se necesita para una derrota contundente al autoritarismo, el racismo y a la represión.
Jeannelle Koss / Desde La República Dominicana
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