Corrompieron a las iglesias y a los militares. A los empresarios. A la gran prensa por completo, con casi todos sus periodistas, programeros e improvisados. A los policías, guachimanes y a los seguridad. A la banca, tanto la privada como a la oficial. Corrompieron las estadísticas, sobretodo las oficiales, que por ser oficiales nadie cree en ellas. A la economía, a la agricultura y al comercio. Corrompieron a los médicos, a las enfermeras, a los laboratoristas y a los dentistas. Corrompieron las universidades, los colegios y a las escuelas. A los abogados, a los contadores y a los maestros. Corrompieron a la oposición, a sus asociados y a sus amigos. Corrompieron a los ingenieros, a los arquitectos y a los agrimensores. A los hospitales, a las clínicas privadas y a la seguridad social completa. Corrompieron el negocio de los bienes raíces, del turismo y de la inversión extranjera y privada. Corrompieron las altas cortes, las bajas tampoco se salvaron, a los jueces, a los fiscales y a los aguaciles. La Justicia completa es corrupta y comprable.Corrompieron la diplomacia, los empleos y los salarios. El transporte terrestre, el marítimo y el aéreo. Corrompieron la publicidad, las carreteras, los peajes y las playas. Corrompieron a los sindicalistas, a los gremios profesionales y a las ONG's.
Todo, todo lo han corrompido y son tan simuladores y desvergonzados que protestan porque el Foro Económico Mundial nos ubica como nación a nivel mundial como el octavo país con menos ética y más corrupto, y en América, como el quinto país más corrupto y con menos ética.
Jeannelle Koss / Desde La República Dominicana
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