El procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, ha puesto sobre el tapete el espinoso caso de la compra de los ocho aviones Tucano. Cualquiera se pregunta, aunque el caso no haya sido engavetado: ¿por qué ahora, cuando todavía no se ha despejado la atmósfera sobre el escándalo de corrupción que involucra al consorcio Odebrecht?
A pesar de las interrogantes que se plantean, no deja de ser alentadora la decisión de aclarar y establecer responsabilidades sobre el supuesto soborno por 3.5 millones de dólares que se habría pagado para la aprobación del préstamo para la compra de los aviones. En la investigación –según Rodríguez- salieron a relucir importantes hallazgos que serán utilizados para la sustentación del expediente.
Con todo y que se haya reservado detalles para no entorpecer las investigaciones es pertinente recordar que, además de soborno se habla de sobrevaluación en los 92 millones de dólares que se pagaron a la empresa Embraer por la compra de los aviones. Se trata de un elemento que en modo alguno se puede pasar por alto en la pesquisa.
La investigación sobre el caso, declarado complejo, ha dejado mucho que desear. Pero de acuerdo con el procurador general de la República tal parece que se ha querido obviar el ruido en allanamientos y otras acciones que se han emprendido para armar el expediente.
Por el supuesto soborno sólo está preso el coronel Carlos Piccini Núñez. Contra otros imputados como el exministro de las Fuerzas Armadas, Rafael Peña Antonio, los empresarios Daniel Aquino Hernández y Daniel Aquino Méndez la coerción ha sido presentación periódica, impedimento de salida del país y grilletes electrónicos. Sin embargo, no se sabe si el senador Luis René Canaán Rojas, citado en el expediente, ha sido siquiera interrogado.
Al dar cuenta de los indicios, Rodríguez enfatizó que con las investigaciones que se han hecho se procura “obtener los mejores resultados” con pruebas fehacientes que permitan demostrar los hechos imputados para que haya sanción.
El de los Tucano es un escándalo que no puede quedar impune, tiene que aclararse, aunque de momento la sociedad esté más pendiente, por su dimensión, del caso Odebrecht.
El Nacional
Viñeta: Cristian Hernández