París, 10 de Julio EFE.- François Hollande ha cambiado de gafas, sustituyendo el modelo con montura al aire, que había lucido en los dos años que lleva ejerciendo como presidente de Francia, por uno más grueso y oscuro, decisión que ha generado cierto revuelo al decantarse por una marca danesa y no por el “made in France”.
Al pobre presidente de Francia François Hollande, lo quieren freír en alquitrán porque ha cambiado la montura de sus lentes franceses por una marca danesa. Desde este momento autorizo al mandatario galo a que sí así lo desea me utilice como muestra de lo que ha producido la globalización o si prefiere para consuelo de sí mismo, lo que sufrimos los países que vivimos del cuento, del fiao' y del préstamo; sin producir ni fabricar nada.
Solo voy a referirme a lo que en este momento que escribo me rodea. Mis gafas están hechas en Taiwan, no tienen marca, solo un número, 2817R, me costaron 2 euros y fueron compradas en una tienda por departamentos donde uno se va probando las diferentes graduaciones con un papel con letra pequeñas, hasta que consigue el que le va.
En mi muñeca izquierda luzco un reloj Swatch con esfera azul mar, fabricado en Suiza a principio de los 90's, el cual funciona perfectamente. Mis blue-jeans con marca francesa fueron ensamblados en una zona franca del norte del país, con hilo mexicano y tela que proviene de la China; los pagué en pesos en una tienda de Villa Juana.
La camisa que visto en estos momentos es de una marca de los Estados Unidos, hecha en Tailandia con accesorios importados de Turquía y España. Mi cinturón de pura piel de ganado bovino es de la casa Bejos, puro plástico, con hebilla hecha en Italia.
Los calzoncillos (calzones) Fruit of the Loom (marca USA) son de los que vienen en paquetes de tres. Los adquirí en el país a razón de RD$283.00 c/u. Estos gayumbos o ropa interior masculina tienen un letrero impreso en la parte interior trasera que rezan: Hecho en México. Más adelante en el mismo lugar, fabricados en Honduras. Y vienen con unas advertencias insólitas para una ropa blanca e interior: NO USE CLORO y NO EXPRIMA.
En el bolsillo trasero izquierdo de mi pantalón malvive mi vacía (de dinero) cartera, llena de tarjetas de presentación que nunca uso, de gente que ni recuerdo quiénes son, un plástico de descuentos de Siremás y una Visa vencida, del sólido banco Baninter. Esta cartera es colombiana, hecha de cuero, que no es cuero, sino plástico también.
Como no uso medias, me voy directo a los zapatos. Un amigo me obsequió unos Penny Loafer, supuestamente se lo habían regalado y les quedaban pequeños. Como a caballo regalado no se le miran los dientes no reparé en detalles. Los he usado tres veces y ya la suela se les despegó. Son zapatos italianos hechos aquí, en Santiago.
De todo lo que porto en estos instante solo tengo producidos en mi patria el ensamblaje de mis zapatos, la costura de mis pantalones y el armado de mi correa.
¿Comprende Usted Hollande?
Luis Del Monte / Desde La República Dominicana