El plan fue perfecto. Para comenzar, uno de los mayores productores de pollos, que cubría el cuarenta por ciento de la demanda nacional, redujo su producción a menos de la mitad, lo que obviamente presionaba el precio del alimento. Luego se dispuso de un aumento de tres pesos en la libra de pollo en granja, que al recorrer los canales de comercialización subió a casi diez pesos. Se sabía lo de la sequía en Estados Unidos, por lo que se preparó el terreno para que todo pareciera como resultado del libre juego de la oferta y la demanda y que la intervención de Pro Consumidor constituía una abusiva intervención estatal para distorsionar el mercado.
Ahora los productores anuncian “un nuevo ajuste” de cuatro pesos por libra dizque para absorber el aumento en los costos de importación de maíz y soya, encarecidos por la prolongada sequía en Estados Unidos. En resumen: la libra de pollo al consumidor aumentará en casi 14 pesos, muchas pequeñas granjas quebrarán en beneficio de un cuasi oligopolio y todos irán a misa los domingos.
Eso es lo que se denomina crimen perfecto.
RADAR
El Nacional
http://elnacional.com.do/pagina-dos/2012/7/21/128759/RADAR
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