Los dominicanos vivimos soñando con un gobierno honesto y eficiente, con una Policía que funcione, con un tránsito organizado, con una ciudad sin basura... pero hacemos muy poco para obtener esos bienes que no caen de árboles.
Los países que disfrutan de esos logros institucionales, en los cuales las cosas funcionan y la gente tiene confianza en las instituciones, no los han logrado de la noche a la mañana ni por intervención divina o ajena. Lo han logrado porque la población ha asumido "las inevitables obligaciones de la vida social", es decir, ha demandado por medios eficaces la pulcritud en la administración y ella misma ha sido honesta en sus actuaciones.
La excusa aquí es no pagar impuestos ni la energía eléctrica por la corrupción y porque "no hay luz", pero si no comenzamos a denunciar a los corruptos, a hacerles la vida imposible, nunca se terminará el problema y siempre habrá para robar.
En cuanto a la energía eléctrica, si solo le dan una hora de luz al día, eso tiene que pagarse. No hay excusa. En la vida, nada es gratis.
Editorial Diario Libre
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