Aquí es donde compran esa basura.
La investigación del Ministerio de Salud Pública a los diferentes tipos de arroz que se comercializan en el país arrojó resultados en algunos que determinaron que en un doce por ciento no es arroz, sino almidón modificado.
Aparte de ser un robo al consumidor (del 12%), se está adulterando un producto que se supone natural. Si bien es cierto que el almidón modificado bien manejado no es tóxico, sí produce efectos secundarios.
Casi todos los almidones modificados presentan efectos secundarios, la mayoría de carácter leve y que aparecen a grandes dosis. Los más comunes son molestias en el aparato digestivo como dolor estomacal, espasmos intestinales y flatulencia. Estos efectos secundarios son más habituales en almidones modificados con alta solubilidad.
Testigo
Por experiencia propia había notado que aunque lavara el arroz debajo de la llave del agua (en un colador) hasta que esta saliera limpia, cuando iniciaba a cocerlo esparcía una nube blanca como si no lo hubiese lavado. No se le sale, está pegado al arroz.
Qué cosa, los empresarios y comerciantes de este país no respetan a los consumidores, ahora vamos a dudar de todas las marcas de arroz por culpa de unos irresponsables. El deber de Salud Pública y de Pro Consumidor es cerrar a las empresas que han hecho esa barbaridad y prohibirles volver a comercializar arroz.
Lea en Diario Libre el paño con pasta que le da el Ministerio de Salud Pública al asunto, aquí.
Marihal / DLRD
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