Ing. Miguel Vargas Maldonado.
EL TRABUCAZO DE MIGUEL
En 48 días, los perredeístas elegiremos entre un pasado que los dominicanos no han olvidado, y un futuro de renovación y esperanza.
Hoy se siente, en cada rincón del territorio nacional y en los diferentes sectores de la sociedad, un profundo deseo de cambio. El pueblo está desesperado por la agobiante situación, a que lo han llevado los comesolos.
A la gente no le alcanza el dinero. Los precios están por las nubes. Inalcanzables para los salarios de miseria que ganan nuestros trabajadores. El gobierno del PLD nos obliga a pagar precios cada vez más abusivos por la gasolina y el gasoil. Y debido a eso, los costos de la comida, de las medicinas y del transporte, suben y siguen subiendo de manera incontenible.
Tenemos el mayor desempleo del Continente. Claro, porque el PLD persigue más a los empresarios que crean empleos, que a los criminales que generan luto y terror en nuestras familias. En este país, seis de cada 10 empleados, lo que han conseguido es un empleo informal, miserable, con salarios que apenas dan para cubrir el pasaje y comerse un plátano vacío.
En cientos de miles de hogares donde sólo trabaja un miembro de la familia, se vive en condiciones realmente infrahumanas. En el país tenemos hoy, 2 millones 700 mil dominicanos pasando hambre.¡Eso representa una dolorosa vergüenza nacional! ¿Y por qué tantos dominicanos pasan hambre? ¡Porque en este gobierno del PLD, sólo comen los comesolos!
No nos llega la luz, pero sí una factura cada vez más alta. Somos los habitantes del mundo que más caro pagamos por una luz que no recibimos.
Lo que sí tenemos en abundancia es criminalidad y delincuencia. Cada tres horas, un dominicano pierde la vida debido a la delincuencia y la criminalidad. Y como si esto fuera poco, somos los latinoamericanos más aterrorizados al tener la mayor cantidad de atracos en la región. Ese es el modelo del PLD. ¡El Gobierno nos roba de día y los delincuentes de día y de noche!
Este gobierno ha avanzado, pero en despilfarro. Mil millones de pesos maneja todos los días el presidente del PLD, y nadie sabe qué hace con tanto dinero. El gobierno peledeísta es el más derrochador del mundo.
Este gobierno ha progresado, pero en corrupción. Mientras el gobierno peledeísta invierte en educación apenas 13 millones de pesos por hora, la plaga morada se lleva entre las uñas, 33 millones de pesos por hora. El gobierno del PLD está entre los cuatro más corruptos del mundo. ¡Y vaya usted a ver, si hay un solo preso!
También hemos avanzado en el enorme endeudamiento público. En apenas seis años, estos bárbaros del PLD han duplicado la deuda que se acumuló en los 160 años anteriores.
Y claro, hemos progresado también en tener la peor calidad de la educación del mundo, y uno de los sistemas de salud pública más deficientes y excluyentes del planeta. El gobierno del PLD dice que no tiene recursos para cumplir con el 4% para la educación. Pero como ya hemos demostrado, si eliminan el despilfarro y la corrupción, no sólo tendría dinero para el 4%, sino también para bajar el costo de la vida, para crear empleos, para garantizar la seguridad ciudadana, acabar con los apagones, mejorar la salud pública, y construir viviendas para los más pobres.
La gente no soporta más el despilfarro, el derroche, el dispendio, la dilapidación, la incapacidad, la indolencia, la insensibilidad, la indiferencia, la apatía, la desidia, la negligencia, la burla, la hipocresía, la simulación, la manipulación, el encubrimiento, el fraude, la ingratitud, la intriga, la deslealtad, la trampa, la artimaña, la violación, la malignidad, la perversidad, la crueldad, la depravación, la maldad, la traición, la farsa, el embuste, la mentira, el engaño, el pillaje, la estafa, el robo, el saqueo, el desfalco, la malversación, la corrupción, y sobre todo, el comesolismo que ha instaurado el PLD en su forma de gobernar.
La gente no aguanta más, y por eso quiere un cambio. Pero no un cambio de un Presidente por otro, para que luego de unos meses, todo siga igual.
El cambio con el que hoy me comprometo frente a mis compañeros y a mi país, es el cambio en la forma de gobernar. La gente quiere un Presidente que se ocupe de resolver sus problemas. Que les dé el frente. Que conozca sus causas reales. Que esté compenetrado con sus complejidades técnicas y políticas. Que sea capaz, pero sobre todo, que tenga la voluntad y el coraje para implementar personalmente las soluciones.
Yo no voy a delegar la solución del problema de la criminalidad y la delincuencia en ningún ministro. ¡Eso, lo voy a resolver yo! El cambio significa restaurar la seguridad en nuestras calles, hogares y empresas. Y ese es un compromiso que tengo con mi país.
Lo mismo haré con el desempleo, los bajos salarios y el principal problema de las amas de casa: que el dinero no alcanza para nada. Llevo 35 años generando empleos. Sé lo que hay que hacer para crearlos. Y desde la Presidencia me voy a ocupar de eso.
El cambio que garantizo restaurará el principio de la responsabilidad en el ejercicio del gobierno, que en manos del PLD ha desaparecido. Aquí nadie da cuenta de nada.
El país anda manga por hombro y los funcionarios como chivos sin ley. En un Gobierno presidido por mí, el funcionario que no funcione, ¡se va!
El cambio implica también instaurar la eficiencia en el Gobierno. Durante los cuatro años esa será la regla para todos: hacerlo bien.
El cambio significa también que en un gobierno nuestro quedará estrictamente prohibido perder el tiempo, como ocurrre en viajes costosos, giras interminables, foros permanentes, cumbres frecuentes, seminarios eternos, diálogos improductivos, comisiones inútiles, cherchas politiqueras y demás formas de perder el tiempo y gastar el dinero del pueblo.
Mi gobierno arrancará el 16 de agosto de 2012 y ese mismo día adoptaremos las primeras 10 grandes decisiones para enfrentar la delincuencia; crear 500 mil empleos en cuaro años, resolver la crisis eléctrica; reformar el sistema educativo, mejorar la salud pública y ampliar la Seguridad Social, garantizar el suministro de agua potable, construir viviendas para los pobres, reducir la pobreza y la marginalidad, combatir el narcotráfico y enfrentar la corrupción.
Yo me comprometo a ser el garante y el líder de este cambio.
Estamos a 48 días de la convención. Las encuestas serias y no pagadas por el gobierno del PLD nos proyectan como el seguro triunfador con un amplio margen. Contamos con este apoyo tan mayoritario y decisivo, porque los dirigentes y las bases de nuestro partido saben que Miguel Vargas encontró al PRD en el piso, humillado, aplastado, desmoralizado, con apenas un 16%. Y saben también que junto a ustedes, con su trabajo, hemos rescatado la confianza y el orgullo de ser perredeístas, llevando a nuestro gran partido al 44% en menos de cuatro años y colocándolo en la casilla número uno de la boleta electoral.
Pero también tenemos respaldo de la mayoría, porque los perredeístas han dejado en el pasado el ambicioso y errático capricho reeleccionista, que tanto daño hizo a nuestro partido. ¡El pasado ya tuvo su oportunidad! El país quiere un cambio. Pero no un cambio para volver al pasado, sino para recuperar la fe y la esperanza por un mejor presente para todos los dominicanos y un futuro de oportunidades y prosperidad para todos los hijos de la Patria de Duarte, Sánchez, Mella, Luperón y Peña Gómez.
El país necesita un líder trabajador, serio, capaz, un Presidente que resuelva y que desde el primer día respete la Constitución y las leyes, y no uno que se dedique a violar o a cambiar constituciones, a teorizar sin resolver nada, a incumplir su palabra, ni otro que se burle, con sus cherchas e incoherencias, de las urgentes y serias necesidades de la gente.
¡El discurso y la incapacidad ya tuvieron su oportunidad!
El cambio que quiere la gente será posible, si todos los perredeístas de buena voluntad, nos unimos en esta gran misión. Detrás de un proyecto de nación, bajo un liderazgo confiable y seguro.
Desde ya, yo abro con humildad mi puerta a mis hermanas y hermanos perredeístas, a mis competidores, respetando espacios y reconociendo derechos, para que todos unidos hagamos posible el cambio que quiere la gente y demos al país un gobierno como el que quiso, como el que soñó, como el que anheló José Francisco Peña Gómez. Porque mi victoria, nuestra victoria, no será la de un hombre, ni la de un grupo. Será la del partido, la de todos los perredeístas, la de todo el pueblo dominicano.
En cada etapa histórica, nuestro partido ha encomendado la dirección del cambio, a uno de sus líderes. Hoy las grandes mayorías del PRD y del pueblo han confiado en mí esa responsabilidad. ¡Y yo la acepto con humildad, firmeza y determinación!
Yo, Miguel Vargas, les aseguro, compañeros y compañeras, pueblo dominicano, que el 6 de marzo, seré proclamado candidato presidencial del PRD. Que en mayo del 2012 conduciré a nuestro partido y a sus aliados, bajo el Acuerdo Nacional por el Cambio, a una gran victoria electoral. Y que el 16 de agosto del 2012, ustedes y yo, juntos, subiremos las escalinatas del Palacio Nacional.
Andrés Dauhajre Hijo
www.miprd.org/andy