Memorias de un muerto de hambre en la era de Balaguer y (2)

Cuando se tiene hambre no hay más remedio que comer, todavía no se ha inventado algo que sustituya este hábito para subsistir. Este post al igual que el primero no tiene intenciones literarias ni privilegiar lugares. Se volcarán de nuevo como un alud restrospectivo de muchas hambrunas y harturas sufridas por las calles de Santo Domingo y el interior.

Los refrescos de naranja Orange Crush. Los moroquitos. Las paellas domingueras de la Casa de España. Las pizzas del Rímini, hechas con leña. Los algodones del Coney Island, en La Feria. Las chuletas ahumadas mosqueadas (por si las moscas), con tostones de Plaza Jacaranda. Los camarones al ajillo de El Castillo del Mar. Los mofongos de La Casa del Mofongo, en la 27 de Febrero.

Los gofios. Las canquiñas. Los chiclets Adams de yerbabuena (los verdes). Los jugos Tutti Frutti, en envases de cristal. La batata frita de los tarantines de Boca Chica. El maní salaito a chele, con la lata encendida por debajo. El casabe de Villa Mella. Las cocalecas con mantequilla y los hot dogs del Cine Triple. Las pizzas de Franklin Sainz en Naco. Las malteadas de chocolate de El Emperador. Los calzones de Pizzarelli. Los Ginger Ale.

Los panes de agua y sobao de Pan Kiko, Los buffets dominicales de el Club Deportivo Naco Inc. Los rellenitos de repollo y las berenjenas rellenas del Scheherezade. Los quipes del Club Sirio Libanés. Los frío-frío de jagua. Los chiclets Bubble Gum. Los refrescos Lido Cola. Las galletitas de huevo con queso de hojas, de Industrias Taveras en la Autopista Duarte. Los cacaítos criollos. La boruga.

La carnita salada camino a San Cristobal. Los pasteles en hojas callejeros. Los sandwichs fríos del Colmado La Venganza. Las frías de La Ceniza. El mabí seibano. Los dulces de leche higueyanos. El banana split de los Helados Capri. Los sandwichs de pierna de cerdo a la entrada de El Final. Los suspiros. Los frikitakis con un quipe extra insertado.

El pudín de pan de los colegios. Los añugaperros. Los panecillos y el filete mignon de El Mario's , en el parque Independencia. Los rompemuelas. Las muelas de centollo de el Don Pepe, en la Pasteur. Las chuletas con papas fritas y ensalada del Lucky Seven. Las pastas en Papalapasta. Las Coca Colas sin gaseosa de Cinema Centro. Los borrachos. Los matagallegos.

 Los bocadillos de el Tío Pepe. La pizza dominguera Margarita de El Vesuvio. Los triangulitos de Nestlé, de leche condensada. Los tacos de Tacos Mexicanos. Las hamburguesas de Miami Grill. Las quesadillas de Taquiza. Las tablas de queso y embutidos de Exquesito. Los panecitos de mantequilla rellenos de jamón y queso de la panadería Sum. Las obleas con dulce de leche. Los Sundaes de Los Imperiales.

Las champolas de guanábanas. Las empanadas de lambí. Los Club Sandwichs del Club Deportivo Naco. El chicharrón de pollos con papas del Country Club. El filete de cerdo Los Prados, del Club Los Prados. El bisteck con papas salteadas del Club Arroyo Hondo. Los refrescos Dumbo de Manzanita. Las limonadas embotelladas. La cerveza Cibao. Los cajuilitos solimán. Los cajuiles.

Los limoncillos. Los higos. El pan de frutas. Las almendras. Las cerezas. Las semillas de cajuil. El dulce de coco horneado. Los brazos gitanos. Los pastelones de ciruela. El salchichón campesino. El queso amarillo Don Pancho. La jamoneta. El jamón del diablo. El Cheez Whiz. Las sardinas pica-pica (las originales). El aderezo Kraft. El jamón Campofrío. Las sopas Campbell's de vegetales. La mortadella y los salchichones Cami. Los refrescos Teem, los chocolates Carnaval y los Crachi, las gomas de mascar que traían postalitas de peloteros. La bolitas de tamarindo. Los bastoncitos rojiblanco. Los caramelos de canela picante. Los caramelos de mantequilla brach's.


Marihal / Desde La República Dominicana