Su deceso se produjo en Miami, Florida. USA
Era un virtuosos del violín y durante quince años fue violinista de la Filarmónica de Nueva York, bajo la dirección de Leonard Berstein. Recientemente, el Ministerio de Cultura de la República Dominicana designó con su nombre la sala principal del Teatro Nacional, antes llamada Sala de la República.
Además de Director de la Orquesta Sinfónica Nacional de la Republica Dominicana, fue director del Teatro Nacional y Profesor de estudios orquestales en la Universidad Inter-nacional de la Florida. También dirigió las orquestas sinfónicas de: Maracaibo, Venezuela, Nueva York, Viena, Washinton, Jerusalén y la Orquesta Internacional de Italia.
Era considerado el músico clásico que más lejos llegó en el extranjero. Estaba casado con la señora Yolanda Trujillo Lovatón, hija del Generalísimo Rafael Leonidas Trujillo Molina y de Lina Lovatón Pitaluga.
Había nacido el 9 de mayo de 1927, por lo que su deceso se produce al cumplir casi los 83 años. Laureado músico y director de oirquesta sinfónica en República Dominicana.
La historia del internacionalmente aclamado director de orquesta Carlos Piantini comienzó a la edad de diez años, cuando hizo su debut profesional como violinista. Desde entonces, su pasión por la música le permitió disfrutar de una carrera exitosa. Su decisión de convertirse en director lo llevó a Viena, donde estudió con el doctor Hans Swarowsky.
Dirigió algunas de las orquestas más importantes del mundo, entre las que se cuentan la Filarmónica de New York, la Sinfónica de Viena, la Orquesta Sinfónica Nacional de Washington, la Sinfónica de Jerusalén y la Orquesta Internacional de Italia. Además fue uno de los conductores habituales de la Orquesta de Radio y Televisión Italiana. En su carrera operística trabajó con destacadas figuras como Monserrat Caballé en La Bohemia, Alfredo Kraus en Marina de Arrieta, Giorgio Tozzi en El Barbero de Sevilla, Louis Quilico en Rigoletto y Rita Shane en La Flauta Mágica. Además, Tosca, Lakmé, Otello y Les pêcheurs de Perles habían sido puestas en escena bajo su dirección.
En octubre de 1992 participó en la celebración mundial del Descubrimiento de América, conduciendo el estreno de la ópera 1492, de Antonio Braga. Esta presentación, así como las de otras óperas, fueron dirigidas por él.
En 1999, fue director invitado en el Festival Musical de Santo Domingo, dirigiendo al destacado clarinetista Richard Stoltzman. En el 2001, fue nuevamente invitado por el Maestro Philippe Entremont, para dirigir la Orquesta del Festival con Michael Camilo corno solista.
Destacadas figuras internacionales dieron testimonios favorables sobre la carrera del Maestro Piantini. "El señor Piantini era un director con autoridad, tenía ideas musicales y conocía profundamente su trabajo" (Zubin Mehta). La crítica del periódico francés "Le Fígaro" agregó una vez lo siguiente: "Un director destacado posee un profundo sentido de sus intenciones. Carlos Piantini sabía comunicar su pasión y su musicalidad con sus interpretaciones". Raymond Erickson de "The New York Times" comentó lo siguiente sobre el Réquiem de Verdi: "Una noche Piantini cambió su violín por la batuta y condujo la Filarmónica".
En octubre de 1992 participó en la celebración mundial del Descubrimiento de América, conduciendo el estreno de la ópera 1492, de Antonio Braga. Esta presentación, así como las de otras óperas, fueron dirigidas por él.
En 1999, fue director invitado en el Festival Musical de Santo Domingo, dirigiendo al destacado clarinetista Richard Stoltzman. En el 2001, fue nuevamente invitado por el Maestro Philippe Entremont, para dirigir la Orquesta del Festival con Michael Camilo corno solista.
Destacadas figuras internacionales dieron testimonios favorables sobre la carrera del Maestro Piantini. "El señor Piantini era un director con autoridad, tenía ideas musicales y conocía profundamente su trabajo" (Zubin Mehta). La crítica del periódico francés "Le Fígaro" agregó una vez lo siguiente: "Un director destacado posee un profundo sentido de sus intenciones. Carlos Piantini sabía comunicar su pasión y su musicalidad con sus interpretaciones". Raymond Erickson de "The New York Times" comentó lo siguiente sobre el Réquiem de Verdi: "Una noche Piantini cambió su violín por la batuta y condujo la Filarmónica".
Marihal / Desde La República Dominicana
Fuente: Externa, varios artículos internet
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