La mayoría (no todos) de los empresarios dominicanos son dignos de pena.
Tan solo son eficientes para solicitar exoneraciones, subvenciones, dádivas, facilidades y con todo y eso son incapaces de tener empresas con personal pagado con un salario digno.
Son buenos en su gran mayoría para evadir sus responsabilidades con el fisco, para no pagar la seguridad social de sus asalariados, para pagar sueldos extras (por debajo de la mesa) en efectivo; para no liquidar con sueldos altos, pero para honrar a quienes le producen riquezas, ¡no!
Aquí en dominicana lo que existe es un montón de privilegiados para hacer negocios y riquezas con ventajas y padrinos.
Los verdaderos empresarios son eficientes, productivos, cumplen con todas las reglas y pagan bien a sus asociados, que es como llaman a sus empleados.
La oferta que le hacen a un pueblo muerto de hambre y grave de necesidades es un pírrico aumento de un 11.58%, y aclaran que es al salario mínimo.
Para eso mejor es no hablar nada, que se queden con su 11.58%, total lo único que están es acelerando perderlo todo, no creo que este pueblo aguante mucho sin estallar al paso que lo llevan.
Definitivamente aquí lo que tenemos son empresarios del siglo 19.
¡Que vergüenza!, en pleno siglo 21.
Juan Santos / Desde La República Dominicana
Caricatura: Cristián Hernández
El Nacional
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