Rosa Cañete, economista.
SANTIAGO, República Dominicana. - Las actividades sociales de Santiago tienen como telón de fondo el “paquetazo” impositivo que se discute en el Congreso y con el que se busca atenuar el déficit fiscal de la economía dominicana, cuyos números finales todavía no acaban de concordar.
Los economistas Agustín González y Rosa Cañete desmontaron uno por uno los argumentos que el Gobierno ha propalado para enviar un paquete de medidas tributarias que ha sido rechazado por la mayoría de los sectores productivos, sociales y políticos del país.
Al participar en un panel anoche en la Alianza Cibaeña, González y Cañete coincidieron en que el proyecto elaborado por el Gobierno y que no quiso deliberar en el marco del Consejo Económico y Social (CES), no puede ser nombrado como una reforma fiscal, mejor le corresponde el nombre, expresaron, de “parche tributario”.
De acuerdo con González, profesor de economía a nivel de maestría de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, hasta el 2008, año en que Leonel Fernández asume la Presidencia de la República por segunda vez seguida, el déficit fiscal de la economía era muy bajo, “los ingresos y gastos del Gobierno habían estado más o menos equilibrados”.
Según el economista con el segundo ascenso de Leonel Fernández y el PLD al poder en el 2008 comenzó una escalada de endeudamiento externo y externo y gastos desmesurados en obras con muy poca rentabilidad social, concentradas en la ciudad de Santo Domingo. Entre 1930 y 2004 la deuda pública –indicó González- fue de US$11,515 millones, entre 2005 y 2012 se remontó a la astronómica cifra de US$25,890 millones.
Los dos argumentos centrales del discurso oficial acerca del origen del déficit, que solo este año se calcula en 187 mil millones de pesos, caen a tierra cuando se da un vistazo a los números presentados por González a una audiencia ávida de escuchar acerca de la crisis económica y sus posibles soluciones. El primer argumento, la subida de los precios del petróleo, incrementa muy poco la partida del agujero, lo mismo que los subsidios al sector eléctrico, el segundo argumento.
En una línea paralela, Rosa Cañete habló del movimiento justicia fiscal, de sus antecedentes y de sus propuestas en el marco del Consejo Económico y Social. La economista explicó en detalle todo lo que se pudo haber hecho y no se hizo en materia de inversión social con los 187 mil millones de sobre giro fiscal en que incurrieron los gobiernos de Leonel Fernández y el PLD.
Vivienda, agua potable, sanidad, educación permanecen como problemas irresueltos y empeorados dado las deficientes políticas públicas y la poca inversión. Parte de ese dinero pudo invertirse en esos renglones, insistió la experta. “Hablar de pacto fiscal cuando se trata de un parche tributario es algo ridículo, el paquetazo del gobierno no es una reforma fiscal integral como se establece en la estrategia nacional de desarrollo”, expresó.
Cañete se atrevió a ir más lejos y dijo que en el fondo el tema de la reforma fiscal más que económico es político. “Quiénes y cómo nos están representando es la pregunta que tenemos que hacernos”, interpeló y reflexionó la economista teniendo como respuesta expresiones de concordancia de parte del público, compuesto por profesionales, estudiantes y representantes de organizaciones sociales y políticas de Santiago.
Tanto González como Cañete, en sus particulares estilos, refirieron que una buena parte del dinero del “hoyo” fue dilapidado en pensiones irregulares, corrupción administrativa, privilegios y clientelismo. Afirmaron la importancia de que la ciudadanía exija que los responsables sean sometidos a la Justicia como pasó con los banqueros que hoy se encuentran en la cárcel por haber desfalcado el Baninter y otros bancos en el año 2003.
La actividad fue organizada por la Fundación Inclusión con los auspicios de la Cooperativa La Altagracia.
Alfonso Torres
7dias.com.do
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Caricatura / J.R. Mora
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