¿Estamos solos los dominicanos?
Los dominicanos estamos conscientes de que la cúpula de la Iglesia Católica es parte de la cleptocracia gobernante y la apoya irrestrictamente. Sabemos que al CONEP no le paran bolas los que mandan en el país, sencillamente no les hacen caso porque todos tienen fortunas que les permiten hablarles de tú a tú y por esta razón los escuchan, pero no les hacen caso. Que la Internacional Socialista le haya permitido a Miguel Vargas Maldonado llegar tan lejos es IMPERDONABLE, lo menos que amerita es su expulsión de ese organismo.
Lo que sí no tiene explicación es que el Cuerpo Diplomático de la República Dominicana observe calladamente el curso que lleva la democracia y la equidad en este país y se hagan los desentendidos. Nadie está pidiendo que interfieran en los asuntos internos de la RD, pero existen canales diplomáticos adecuados para advertirles a los cleptócratas que están poniendo en peligro la gobernabilidad y las inversiones de sus nacionales y que los abusos tienen límites.
Países con gran influencia política y económica sobre nosotros nos han dejado solos. Callan los embajadores de Estados Unidos, Venezuela, Reino Unido, México, Francia, etc., ante los atropellos, la delincuencia, la poca transparencia, la impunidad, la inequidad y la pobreza que la clase gobernante ejerce sobre más de nueve millones de dominicanos.
Ven a diario los asesinatos que la Policía Nacional del gobierno de Danilo Medina comete y callan.
Ven a las altas cortes al servicio de la cleptocracia gobernante emitiendo abusivas sentencias y callan.
Ven a diario a los jueces del Ministerio Público soltando narcotraficantes, delincuentes y políticos corruptos y callan.
El espectáculo de la Convención del PRD escenificado en el día de ayer con el apoyo del gobierno y el Partido de la Liberación Dominicana debería ser un basta ya, si el país queda sin oposición, si al pueblo oprimido no le dan un aliento, una esperanza de zafarse del yugo de la pandilla que asaltó el Estado hace diez años, no habrá garantías para las inversiones de los países amigos, no la habrá. Si perece la "democracia" definitivamente lo lamentarán.
Juan Santos / Desde La República Dominicana
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