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lunes, 22 de septiembre de 2014

El poco carisma, el poco aura, lo opaco, lo gris y lo intrascendente del discurso de Miguel Vargas Maldonado

      Foto: Hoy.com.do

Miguel Vargas pisando fondo
Como si se tratara del más fatídico pronóstico político electoral que encuesta alguna pudiera presentarle a quien pretenda alcanzar la máxima posición del Estado dominicano, la encuesta Gallup ha dibujado un panorama político nada halagüeño para el ingeniero Miguel Vargas Maldonado. La historia de nuestro país no recuerda un escenario en el que una persona después de alzarse con la presidencia de su partido con el 90% de los votos y la candidatura presidencial con  el 80%, en apenas seis años vea aterrizar su popularidad a apenas un 4.7% de acuerdo a la última encuesta Gallup.

Si analizamos las consecuencias que ha tenido que pagar el ingeniero Vargas Maldonado postpacto de las corbatas azules, veremos que todo lo que le ha venido después de aquel histórico acto ha sido pura desgracia. Y es que a todas luces vemos como nuestros políticos son rechazados cuando no respetan los principios esenciales de la democracia, como lo son el de legitimar sus aspiraciones políticas a través de la expresión democrática del pueblo, el de respetar las normas de convivencia armónica y legal dentro de un partido, y el de reconocer las discrepancias partidarias sin avasallar a sus contrarios.

Decía el político mexicano Carlos Hank González que un político pobre es un pobre político. Si reconfiguramos esta frase para el caso que nos ocupa nos damos cuenta que un político rico no necesariamente podrá ser un rico político. Y el caso Vargas Maldonado así lo explica, porque a pesar de poseer una de las más acaudaladas fortunas en la República Dominicana, y a pesar de contar con el apoyo del Gobierno dominicano, del PLD, del Tribunal Superior Electoral y de la Junta Central Electoral, no ha sido capaz de articular las estrategias políticas correctas con las cuales construir una perspectiva política electoral respetable de cara a las próximas elecciones presidenciales del 2016.

Esta estrepitosa caída, que a pesar de su gravedad al parecer no provocará un cambio de estrategia en el ingeniero Vargas Maldonado, beneficiará enormemente al Partido Revolucionario Moderno, ya que los perredeístas que aún quedan en el PRD migrarán hacia el nuevo partido en busca de mejores posibilidades de acceder al poder en las elecciones del 2016.

De mantenerse la curva hacia la baja del nivel de aceptación política del presidente del PRD, este partido peligrosamente podría quedar en las elecciones del 2016 con una votación por debajo del 5% requerido por la Ley Electoral para ser beneficiado para el financiamiento con los fondos públicos, situación que colocaría al principal partido de oposición en un estado de cuasi desaparición del escenario político nacional.

Si le agregamos a todo lo citado, el poco carisma, el poco aura, lo opaco, lo gris y lo intrascendente del discurso del Miguel Vargas Maldonado, podremos bien concluir que resultan mínimas las posibilidades de que pueda revertir esta curva hacia la baja que muestran las principales encuestas que se hacen en la República Dominicana. Al parecer aun habita en la conciencia de los perredeístas la traición que recibieron de quien en el año 2012 era su presidente y responsable de encabezar la batalla política frente al gobierno del PLD.

Toda esta situación de conflictividad dentro del PRD y sus derivados, nos demuestra que se hace imperativo en la República Dominicana la construcción de nuevas estructuras políticas capaces de encarnar las necesidades que agobian al pueblo dominicano. No es con la misma maquinaria análoga y de pedales de hace 50 años que vamos construir la sociedad dominicana que aspiramos tener para los próximos 100 años.

Por lo que desde este humilde espacio hacemos un llamado a toda la juventud iluminada de la República Dominicana, para que empinados en el peldaño más elevado de la conciencia y el espíritu humano, por ante Dios y ante el mundo,  nos comprometamos y luchemos para que de una vez y por todas se haga posible la construcción de un país económicamente desarrollado, socialmente armónico y políticamente institucionalizado.

Leonardo Jáquez
Z-101 Digital
http://www.z101digital.com/app/article.aspx?id=136628

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