El electorado es bombardeado por “encuestas” y una aplastante difusión mediática dirigida a “construir” una percepción favorable a la ambición continuista del presidente Danilo Medina, cuando consta el desplome de su popularidad y el rechazo a su reelección.El falso posicionamiento es parte de las técnicas de João Santana, el asesor de la campaña reeleccionista preso por corrupción en su país, quien viene de fracasar en el tramo final de las elecciones argentinas, donde se logró fijar la percepción de que el ganador sería su cliente kirchnerista, Daniel Scioli, pero ganó el presidente Macri.
Silvia Mercado escribió que llegaba a Argentina “João Santana, el experto brasileño en campañas sucias que ya empezó a trabajar para Daniel Scioli”. Ese es el turpén que montó la campaña de encuestas falsas y el bulto mediático en favor de la ambición reeleccionista.
Esa campaña engañosa busca ocultar que Danilo fracasó en solucionarle al electorado sus tres principales preocupaciones: 1) controlar la delincuencia; 2) abaratar el costo de la vida; y 3) superar la tasa de desempleo del 14% que encontró, reducir el 22% de los ni-ni, y bajar el porcentaje de trabajadores informales.
Fracasó Danilo en salud pública, sintetizado en la muerte de 11 niños por falta de oxígeno, en un fin de semana; y en la “revolución educativa”, fraude mediático cuyo último cuestionamiento vino ayer de Xavier Sala -i- Martín, gurú de la economía del desarrollo: “El problema fundamental que debe plantearse resolver República Dominicana es mejorar la calidad de la educación primaria”.
Coincidente con las evaluaciones del Foro Económico Mundial, Unesco, Educación Digna y el propio ministro de Educación, quien reconoció que nuestros estudiantes están flojos en matemáticas y lecto-escritura.
Se agregan escándalos de corrupción con picos en el suicidio del arquitecto David Rodríguez, acosado por extorsionistas gubernamentales, y en la cita del nombre del Gobierno dominicano por recibir sobornos, según sentencia reciente de un tribunal brasileño en la indagatoria de corrupción que ventila.
No hay encuesta ni campaña mediática engañosas que le digan al pueblo que tras fracasos tan soberanos, Danilo no sigue cayendo, y que la determinación de cambio del pueblo no continúa subiendo.
Vi a Vincho Castillo describir como “dictadura mediática que convierte la verdad en mentira, y la mentira en verdad”, lo que vemos, que es un plan viejo, develado en la columna de César Medina en Listín Diario del 29 de noviembre pasado, quien escribió: “Asisa, Sigma y Gallup, esta última con nomenclatura local, pero encabezada igual por Rafael Acevedo, trabajan por encargo del gobierno o de personeros suyos.
“La Gallup que encarga el Grupo de Comunicaciones Corripio para su publicación, no se hará hasta finales de enero por estrategia política y de mercado”, que vemos ahora ejecutando a la Gallup y a otras firmas encuestadoras.
Más una cosa es difundir falsas encuestas y engaño mediático y otra diferente, como vimos en Argentina, impedir que el pueblo eche los votos en las urnas cuando quiere el cambio. Vuelvo.
Nelson Marte
Periodista
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