LEGALIDAD
Hay muchas voces que se han levantando y se levantan a diario, legisladores incluidos, para “señalar” que hay leyes que no se cumplen en el país.
Son muchos los que se exculpan haciendo, como vienen haciéndolo, denuncias de este tipo.
El mal no es que existan muchas leyes que no se cumplen.
Es de fondo
No se trata de una cultura, sino de un síndrome de complicidad que va arropando a la sociedad en su conjunto, a la vez que nos devora y hace que el país, como institución, sucumba, falle en el plano nacional e internacional; y vayamos a las listas de los organismos internacionales entre los países sistemáticamente violadores de acuerdos de toda índole.
Si al día de hoy hiciéramos una evaluación de las leyes que tenemos vigentes, de los decretos que están en vigencia y los acuerdos internacionales que hemos suscrito como país, y no se cumplen, tendríamos un enorme monumento a la irresponsabilidad.
No solo como país, sino como Estado, nación, gobierno, cabildos y ministerios incluidos.
Todo el país, así detallado, tiene una cuota de responsabilidad en la ilegalidad que nos caracteriza.
Hay que demandar, no que se cumpla una ley favorita, sino que haya un respeto institucionalizado por toda la Constitución.
En la medida en que somos buenos para cumplir una ley y ciegos ante otras no nos hace mejores dominicanos.
Estamos a punto de iniciar un año.
Un periodo idóneo para trazarnos planes nacionales que ayuden a la legitimidad.
El reto será que entre todos hagamos una cruzada para que devolvamos la legalidad y el respeto absoluto a la Constitución. En principio, empezar por hacer conciencia que nadie está por encima de la ley.
No hay comentarios:
Publicar un comentario