2010: de la Constitución a la insurrección
La nueva Constitución es un híbrido del constitucionalismo social latinoamericano que, a mi juicio, se especializa en listar muchos derechos sociales para presumir democracia que los gobiernos no cumplen, y del conservadurismo que prevalece en la política dominicana que llevó a aprobar el controversial Artículo 30 (reenumerado 37) que restringe el derecho a la vida de las mujeres, y el Artículo 18 que niega derechos ciudadanos a personas nacidas en República Dominicana de padres que residan ilegalmente en el país.
Es cierto que ninguna Constitución es perfecta, y esto se ha repetido para defender el nuevo texto, pero es penoso que el gobierno se vanaglorie de que la Constitución refleja un significativo avance democrático con artículos tan restrictivos como esos.
¿Qué sucederá ahora con las mujeres que necesiten un aborto para salvar sus vidas o porque han sido violadas? ¿Estarán condenadas a la muerte o al sufrimiento emocional eterno? ¿Qué sucederá con los hijos, nietos y biznietos de inmigrantes indocumentados que han nacido en República Dominicana, no conocen Haití ni hablan creole, pero no pueden obtener un acta de nacimiento dominicana? Estos son ejemplos de problemas que ocasiona la Constitución de 2010.
El año prosiguió con las elecciones congresionales-municipales del 16 de mayo. El PLD afirmó su mayoría congresional y en el Senado reina de manera absoluta. El PRD sufrió otra derrota y quedó por primera vez sin representación senatorial desde la transición de 1978.
No es que el pueblo adore al PLD, es que la oposición no levanta cabeza. El PRD perdió su distintivo progresista, los líderes que han emergido post-Peña Gómez tienen fuertes déficits (por ejemplo, Hipólito Mejía y Miguel Vargas tienen alta tasa de rechazo en la población), y el PLD se encarga recordar constantemente el desastre económico que se produjo durante el último gobierno perredeísta.
Después de las elecciones, el discurrir político se ha centrado en el debate especulativo de si Leonel Fernández va o no en el 2012. En vez de aclarar el tema, el Presidente se ha dedicado a confundir más con sus declaraciones esporádicas sobre el tema, mientras los entusiastas reeleccionistas se empeñan en justificar la necesidad de que Fernández permanezca en el poder.
El año concluyó con la novedosa mini insurrección por el 4% del PIB para la educación. En un país de baja movilización social y predominio de los partidos políticos, fue importante que la sociedad civil se articulara para develar la flagrante violación a la Ley General de Educación que en 1997 estableció que el gobierno destinaría el 4% del PIB a la educación y nunca ha cumplido, y cómo se viola también la Constitución de 2010 que establece en el Artículo 63 el derecho a una educación de calidad.
Como de costumbre, el gobierno se resistió y utilizó diversos argumentos para desacreditar la movilización social: que si no hay dinero, que si no es cuestión de dinero, que si no saben lo que hablan, que si hay manipulación política.
Aunque no se obtuvo el 4% para el 2011, el movimiento fortaleció la capacidad de acción de la sociedad civil, educó al público sobre el 4%, y puso en jaque al gobierno. De ahora en adelante será más difícil seguir violando la ley flagrantemente año tras año.
Rosario Espinal
http://hoy.com.do/opiniones/2010/12/28/355762/2010-de-la-Constitucion-a-la-insurreccion
Dibujo: Wilson Morfe
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