Respeto a la ley
Ante la ley hay deberes y derechos.
No hay privilegios; y, sobre todo, la ley, todas las leyes, están hechas y se ponen en vigencia bajo el criterio aceptado de que por debajo de ellas solo debe existir la obediencia.
Ante la ley no hay sectores privilegiados.
No hay ciudadanos en ejercicio pleno de su conciencia ciudadana si viven ajenos a su naturaleza civil; y esta se fundamenta en una esencia: el respeto, cumplimiento y sometimiento a la ley.
En ese orden, un colectivo de hombres y mujeres se articulan con el fin primero y fundamental de clamar para que en el país se creen las condiciones para que florezca un clima de respeto.
Para que haya cada vez más y más ciudadanos conscientes del alcance de sus deberes y derechos; y fundamentalmente para que haya una voluntad de cumplir con la ley, pero al mismo tiempo, exigir su cumplimiento.
No se trata solo de una demanda a un sector, es un reclamo a toda la sociedad en su integridad, conformada por los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Municipal, empresarios, líderes y conglomerados religiosos.
La sociedad debe movilizarse para que podamos construir el camino que nos promueva a la legalidad plena.
Estamos en el camino equivocado y debemos hacer conciencia de eso.
En sintonía con el respeto a las leyes, ya se ha planeado, en el país tendríamos menos pobreza y más equidad, menos violencia y más paz, menos impunidad y más justicia y Estado de derecho; y por supuesto, un país, social y económicamente más productivo.
Editorial El Día
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