El gato, llamado Sugar (Azúcar), no sufrió fracturas óseas ni cortaduras, sólo algunas contusiones pulmonares luego de caer cuando su dueña, Brittany Kirk, abrió la ventana para gozar del clima inusualmente cálido. La Liga de Rescate Animal calcula que Sugar cayó de entre 45 y 60 metros (150 y 200 pies). Kirk dijo a la televisora WBZ-TV (http://cbsloc.al/GLkYuk) que cree que Sugar gastó "una o dos, o quizá ocho" de sus nueve vidas.
El veterinario Hugh Davis dijo que en caídas tan altas, los gatos extienden las patas para adoptar una "posición de ardilla voladora" y hacer más lento el descenso. Kirk consideró que la supervivencia de Sugar era un "milagro" y que los administradores del edificio instalaron una mampara en su ventana luego del incidente.
AP
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