Analizando fríamente la actitud violenta, desenfadada, prepotente y desconsiderada de algunas figuras de la vida nacional, quienes se creen con licencia para dirigir, dictar y manipular la vida de otros, se nos pone la piel de gallina al observar el peligroso camino que trillan hacia el fracaso total.
Vemos individuos que se creen y se sienten con patente de corso para tomar parte de lo ajeno, lucrarse, acusar y acosar a quien ellos entiendan, creyendo que con eso benefician a sus amos y a sus intereses personales. La torcidas generaciones de hoy son tan violentas, irreflexivas, inhumanas y frías; que solo hay que escuchar, leer y ver los medios de comunicación a diario, donde se dan casos tan horripilantes que ni en la imaginación uno pudo haber dado como posible que sucedieran.
Y estos payasos, que parecen no tener freno ni quienes los frenen, desafían a diario a esa horda con la siembra permanente que mantienen de rencores, blasfemia, calumnia y odio en la sociedad dominicana. La tolerancia tiene un límite y los están provocando de una manera tan violenta, tan constante, que dudo que salgan ilesos de su atrevimiento.
Marihal / Desde La República Dominicana
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